Profundos sucios

Esta nueva variación de los profundos típicos trata de introducir la ecología (y los desastres actuales) en la corriente clásica de los Mitos. Gracias a Vidimus, Silvannus y 13, del foro de Cthulhu en Inforol, por sus ideas y comentarios.

Profundos sucios,raza independiente menor

"Al principio pensó que era otro voluntario que salía del mar cubierto de chapapote y algas muertas, con andares pesados por el traje y aquella incómoda mascarilla deformándole el rostro. Dio media vuelta y se dirigió hacia él para ver si podía ayudar en algo más, y entonces comprendió lo equivocada que estaba: aquello no podía ser humano. Era una criatura deforme y lejanamente antropoide, como un enorme pez enfermo al que le hubieran salido patas y brazos. Lo que había tomado por un grueso traje manchado de contaminación era su repugnante piel, llena de pústulas y llagas brillantes y purulentas. Todo en él (o ello) anunciaba degeneración y muerte, pero en aquellos ojillos malignos relucía una antigua inteligencia.[...]Trató de huir y ganar las alturas, pero era imposible correr con las botas y el equipo encima, y aquella criatura anfibia era mucho más ágil. Ahora comprendía la actitud que habían adoptado los lugareños desde su llegada..." (La sombra bajo Muxía, por A. Solar)

Este curioso nombre engloba a una subespecie reciente de los profundos tradicionales, surgida por culpa de la creciente contaminación marina.

Origen

Profundo sucio

El mal estado de las aguas derivado de la contaminación humana afecta intensamente a sus pobladores, en especial a los profundos, de metabolismo primitivo y de difícil readaptación. Los profundos que respiran o incluso viven en aguas contaminadas durante mucho tiempo acaban desarrollando desagradables mutaciones y enfermedades en la piel y en diversos órganos.

La sociedad de los profundos tiene en gran estima la pureza racial, por lo que los casos puntuales son rápidamente erradicados. Sin embargo, cuando el mal afecta a pequeñas comunidades enteras o a individuos aislados, estos seres pueden lograr sobrevivir (aunque a duras penas) en su nuevo ambiente. Abandonados por el resto de su raza y por su propio señor Cthulhu, que les considera indignos, muchos acaban por redirigir sus adoraciones hacia Baoht Z'uqqa-Mogg, Portador de la Pestilencia, lo que sella definitivamente su ruptura de lazos con el resto de la sociedad de los profundos, pero que les permite una mayor esperanza de vida adaptándose a su nueva situación.

Descripción

Los profundos sucios no muestran una merma intelectual, pero al verse apartados de la cultura común ancestral de su pueblo, no cuentan con tanta información ni recursos como los profundos tradicionales. Físicamente muestran leves mutaciones y enfermedades contagiosas y conviven con todo tipo de residuos (de hecho, los que se han consagrado a Baoht Z'uqqa-Mogg necesitan la suciedad para sobrevivir). Pueden aparecer desescamados, ciegos, con manchas purulentas en la piel, etc, y los ejemplares más jóvenes, que ya hayan nacido en este estado, muestran deformidades más serias, a menudo no funcionales, como aletas u ojos adicionales, o alteraciones en el crecimiento. Suelen ser más delgados y escurridizos que sus congéneres, y algunas pistas apuntan a que han perdido su inmortalidad y que al final su enfermedad acaba por hacerles sucumbir. Probablemente por eso la mayoría es devota de Baoht Z'uqqa-Mogg y celebran sus terribles rituales de prolongación de la vida, dirigidos por sus repugnantes sacerdotes.

Comportamiento

A diferencia de sus primos normales, los profundos sucios habitan en aguas costeras y nunca se adentran en mar abierto, pues saben que en cuanto lo hagan los otros los matarán. Además, su obligada restricción geográfica a zonas aisladas muy contaminadas conlleva la inexistencia de comunicación entre las diversas comunidades de profundos sucios. Debido a todo ello (y a que necesitan nueva contaminación para sobrevivir), estos profundos muestran una preocupante afinidad hacia los seres humanos, y suelen manipular y convencer a diversos individuos y familias marginales para que les proporcionen un refugio seguro contra las ocasionales incursiones de sus congéneres.

Por suerte aún no se ha informado de ningún caso de cruzamiento interespecies con estas abominables criaturas. Tal vez su organismo modificado haya perdido la capacidad de reproducirse con los genes humanos, o quizás simplemente carecemos de información suficiente sobre estos seres. Es incluso posible que la contaminación a la que se ven sometidos, así como las diversas mutaciones y malformaciones que sufren, hayan acabado completamente con su capacidad reproductiva y necesiten recurrir a otros organismos (como seres humanos sanos secuestrados con este objetivo) para engendrar de modos que no nos atrevemos ni a imaginar.

Geografía

Los profundos sucios pueden aparecer en diversas partes del mundo afectadas por la contaminación, como las zonas portuarias, y resultan especialmente peligrosos en los canales de Venecia, donde disponen de una amplia comunidad y controlan a muchos habitantes junto a los canales menos visitados. En las costas gallegas, antaño uno de los centros principales de los profundos normales, han comenzado a aparecer profundos sucios desde el desastre del Prestige. De hecho, varias desapariciones de voluntarios que fueron achacadas a los golpes de mar se debieron probablemente al ataque de los profundos sucios recién convertidos a Baoht.

Debido al peligro que supone residir junto al mar en zonas desprotegidas, diversas comunidades aisladas de profundos sucios se han trasladado a ciudades costeras o del interior. Allí disponen de cobertura y normalmente de agua contaminada en abundancia. Su refugio favorito son las cloacas y manipulan a los vagabundos para que cumplan sus órdenes y les consigan víctimas propiciatorias. Es muy probable que estén relacionados con los avistamientos de "grandes repitles" en las metrópolis. En España, se sospecha que ciertas desapariciones de operarios en obras subterráneas corresponden a estos seres, y la brigada de policía subterránea se ha enfrentado en varias ocasiones a ellos, aunque impera el silencio oficial. Obviamente, contar con influencias en los cargos municipales les es de gran utilidad.

Religión

Los profundos sucios “normales” carecen de religión. Abandonados por el gran Cthulhu y por el padre Dagón y la madre Hidra, se sienten desamparados y se contentan con malvivir de los restos que encuentran. Sin embargo, muchos se ven tentados por la fe de Baoht Z'uqqa-Mogg, Portador de la Pestilencia. Este temible primigenio acepta encantado la veneración de los profundos sucios, y en abominables ceremonias en costas cálidas les consagra como sus hijos, inyectándoles su enjambre dentro del cuerpo. De este modo los profundos sucios vuelven a ser inmortales (o más bien no mueren por causas naturales, como puedan ser la edad o las enfermedades de las que son portadores) y recuperan parte de su antigua grandeza, pero ahora están al servicio de un nuevo amo, mucho más activo que el señor de R’lyeh.

Los profundos sucios de la pestilencia son criaturas odiosas además de repugnantes, que buscan extender la contaminación y la plaga por todo el globo. Están detrás de diversos desastres ecológicos, principalmente marinos (aunque se sospecha que andan detrás de las roturas de oleoductos en zonas despobladas como Alaska, donde sus actividades pasan desapercibidas y donde pueden reclutar nuevos servidores humanos), y mediante el cambio climático tratan de subir el nivel del mar y que aumenten así las zonas bajo su control, así como un incremento global de temperatura que permita que los enjambres de Baoht proliferen con mayor facilidad. No se ha demostrado su relación con diversas multinacionales ni sus supuestos sobornos a ciertos países para que no ratifiquen el tratado de Kyoto.

Ideas para módulos

1) El animal herido. Un profundo sucio huye de sus congéneres para poder seguir con vida y se refugia en la degradada zona portuaria de una gran ciudad costera. Allí, entre la hez de la sociedad puede encontrar víctimas de sus nuevos apetitos cuyas desapariciones no serán investigadas por la policía, o quizás se convierta en "protector" de algunas familias y a cambio de cobijo y alimento use sus habilidades y conocimientos arcanos para hacerles prosperar en los negocios sucios tan característicos de la zona. Si los personajes quieren poner coto a sus actividades, tendrán que enfrentarse a una criatura patética, escurridiza y desesperada que no duda en sacrificar todos sus peones para ver el sol un día más.

2) Sacrificios voluntarios. Los personajes ayudan en las tareas de descontaminación de un desastre ecológico marítimo. Por desgracia, los profundos de la zona se han visto afectados por la contaminación y se han transformado en profundos sucios, la mayoría enfermos y desquiciados. Una serie de desapariciones y crímenes que toman como víctimas a los forasteros conducen al descubrimiento de estas espantosas criaturas. Por desgracia, los habitantes del lugar tenían tratos desde antiguo con los profundos (e incluso podían haberse hibridado con ellos), y ahora siguen a sus amos en su nueva degeneración.

3) El enemigo de mi enemigo. Después de que los personajes se hayan visto implicados en algún asunto de los profundos, éstos deciden utilizarlos sutilmente para deshacerse de una pequeña comunidad costera de profundos sucios. Para ello les proporcionan pistas o hacen que uno de sus agentes humanos se presente a ellos como un misterioso benefactor. El objetivo es que aniquilen a los profundos sucios antes de que sean descubiertos por la sociedad humana y pongan en peligro la existencia de los profundos puros, sin que éstos tengan que ensuciarse las manos con la sangre de sus congéneres. Puede que los investigadores descubran a tiempo la manipulación a la que son sometidos, o que realmente acaben con los profundos sucios y sólo después descubran que han sido marionetas de criaturas aún más terribles.

4) Eco-warriors. Los personajes investigan los vertidos tóxicos de una empresa (tal vez una multinacional que tiene a sueldo a diversos cargos políticos locales) que están arrasando una desembocadura fluvial a la que se prohíbe el acceso. Se cuelan de noche para tomar muestras del agua y del suelo para analizar, pero se topan con algo imprevisto: un criadero de profundos sucios servidores de la pestilencia. Como alternativa, puede que los periodistas que cubrían esa noticia hayan desaparecido misteriosamente; los investigadores tendrán que seguir su rastro hasta enterarse de que, en contra de la ley y de la política del propio periódico, decidieron colarse una noche en la zona contaminada. De ellos depende emular sus pasos y enfrentarse a lo que haya allí dentro...