Damas y caballeros, el famoso y cañí parapsicólogo Fernando Jiménez del Oso ha dejado este mundo. Sus teorías y narraciones, que tanto han estimulado la imaginación, nos quedarán como su legado.
Un recorte:
http://servicios.eldiariomontanes.es/pg050329/prensa/noticias/Television/200503/29/DMO-TEL-154.html
Como bien dijeron de él, su mayor virtud como divulgador era presentarte los temas de forma que te hacías preguntas. Te invitaba a reflexionar sobre lo que te contaba, no como otros que son más dados a intentar inculcar algo como "palabra o dogma de fe". Y en "los temas del misterio" era muy de agradecer su enfoque inquisitivo y abierto.
Una gran pérdida pero un gran legado que nos deja.
Una de las cosas que más me impresionaba de él era su voz: grave, ronca, nada más oírla me veía sumergido en el tema que contaba. Echaremos de menos ese cálido sonido lleno de misterio.
Requiescat in pace.
De Jiménez de Oso, a mí lo que más me impresionaban eran aquellas ojeras... No, en serio, coincido completamente con Vidi. Creo que era un investigador nato, alguien que, sin ser periodista, podría dar clases de periodismo en cualquier facultad de Ciencias de la Comunicación mejor que tanto estirado que pulula por allí (creedme, sé de lo que hablo). Lo que me hace sentir admiración por él es que nunca intentaba convencerte de nada, a lo más que llegaba era a insinuar esto o aquello, y eso después de haber dado voz a cuantas opiniones hubiese en torno a un asunto, por dispares que fueran. Era un auténtico científico, un psiquiatra de prestigio reconocido, que siempre abordó sus investigaciones con seriedad y rigor. En una época en la que se desborda el interés por el esoterismo, por todo aquello que huela a misterio, creo que muchos deberían aprender de él. Por desgracia, creo también que me voy a quedar con las ganas. 
Sin duda Jiménez del Oso fué ungran estudioso de lo paranormal y, además, un gran divulgador de estos temas.
Su voz serena, pausada y tranquila lograba transmitirte ese halo de curiosidad que lograba el milagro de que te cuestionaras esos temas, reflexionando sobre ellos con los amigos, cuantas tardes habremos discutido sobre esos temas después de alguno de sus programas de televisión, o después de leer alguno de sus arículos.
Me gusta pensar que las personas no mueren si uno no las olvida.
Espero que no lo olvide nadie.
Hasta luego, Dr. Jiménez del Oso.
Bueno, siento parecer antipático, pero no puedo evitarlo. Soy de aquellos sujetos incapaces de cambiar su concepto sobre una persona, incluso cuando ésta, de natural, haya pasado recientemente por el trance de la muerte.
Jiménez del Oso siempre ha gozado de una inmerecida fama de “investigador” bien dotado para el análisis “mesurado” de los “hechos”, sin apasionamientos. No cabe duda de que su figura ha transcendido envuelta en una pátina de rigor y buena maña, cosa aparente a tenor de las laudatorias loas de muchos de sus seguidores, tras el trágico desenlace de los últimos días. Y parece como si alguien, al morir, debiera ser recordado por sus aciertos, obviando los errores, capitidisminuidos por ensalmo –cosas accesorias y terrenales que el difunto no precisará para ser recordado-. Pues no, ya que ab initio memoria ab urbe condita. Y es que Jiménez del Oso, para aquellos que han seguido su carrera desde el inicio, ha proferido e incurrido en enormes patochadas que lo alejan mucho de su tan cacareado perfil de cauto investigador. Ha sido, según mi parecer, y con todo mi respeto, un espabilado buscón que ha sabido labrarse un inmerecida reputación por encima de los esqueletos de la razón que han trufado sus armarios. Si les parece, hagamos memoria.
Recuerdo aquello (hoy explicitado por no pocas páginas en internet), de sus locuelas correría en Alcoy, tras la pista de un contactado por las huestes alienígenas de Ummo. Entonces, en declaraciones a TVE, el “doctor” se despachaba así de ufano y “mesurado” con un atónito periodista que recogía sus declaraciones:
"Con un poco de suerte, confío dentro de poco entablar contacto personal con seres de Ummo, planeta que gravita en torno a la estrella Iumma, situada a 14,6 años-luz de la Tierra, codificada por nosotros como la estrella Wolf 424".
Jiménez del Oso dixit. Corre el año 1979. Parece ser que los Ummitas no cumplieron su parte del trato.
Un años después, 1980, el ínclito doctor, reconocía, casquivano, que había visto en Madrid dos objetos que se movían a una velocidad de ¡5.600 kilómetros por hora!. A esto se le llama agudeza visual. El doctor demostraba, una vez más, su habilidad para el análisis de campo.
En otra ocasión, y disponiendo de unas informaciones “verificadas y contrastadas” de forma profesional, Fernando Jiménez, decía así:
“Es muy posible que gran parte del reciente éxito de
Aznar se deba a uno de sus asesores, Luis Arriola
(marido de la alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos),
que actúa en La Moncloa como lo hizo Rasputín en la
corte de Nicolas II. Es un señor que se dedica a ver
el futuro en las entrañas de animales que sacrifica, y
es esa ventaja la que ha hecho que Aznar gobierne
España. Mis contactos en la Moncloa me lo han
confirmado: la influencia de Arriola es mucho mayor
que la Ana Botella... (sic) no hay más que ver la mirada
extraviada del presidente, y compararla con la de los
cuadros de Nicolas II. Es un nuevo Rasputín”.
Esta genial teoría de del Oso fue aireada, con tino, por algunas televisiones locales, el 4 de Abril de 2000. Aunque no le falta la gracia, debo admitir 
.
Ya años antes, Jiménez había protagonizado sonados escándalos, baste recordar, a la sazón, el affaire de la película “Alternativa 3”, que emitió en su espacio televisivo como si fuera verídica, cuando se trataba realmente de un telefilme rodado en el Reino Unido para emitirse en 1977 el 1 de abril, el Día de los Inocentes en el mundo anglosajón. Años más tarde, en junio de 2000 y como director de "Enigmas", fue condenado por un plagio cometido por Juan Jesús Haro Vallejo, copiando a pies juntillas una "investigación" de los escritores Fernando Marías y Juan Bas, en el que se tejía una hábil fábula sobre la supuesta supervivencia de Federico García Lorca al fusilamiento en Víznar. Según estos, el poeta viviría aislado en el pabellón psiquiátrico de un recóndito frenopático. Un buen gol que le colaron a las magnas fuerzas de análisis ponderado del buen Fernando.
Otra patraña, muy rentable para sus perpetradores, que fue defendida con ardor por Jiménez, no fue otra que la del polémico Bio-Bac. Desde las atalayas “científicas” de su revista, el ínclito doctor, se dedicó a perorar conspiraciones a consta de los sufrimientos de unos pocos enfermos terminales embaucados por el “salvavidas” de un “no-medicamento” trapicheado por indeseables. Recuerden el trágico suceso de los faxes y la fresquera del Bio-Bac (parecía la nevera de Jeffrey Dahmer). Publicidad engañosa y lesiva para con los inocentes y sus familiares. Un feo asunto, defendido con desvergüenza por el siquiatra, que debería haber sido señalado con severidad por la justicia, junto a los embaucadores. Una vez más, del Oso, estaba del lado de los infractores.
En fin, hasta aquí los claroscuros del doctor. Me dejo muchos por el camino...pero muchos.
No cabe duda, de que del Oso era un excelente comunicador, pero tildarlo de divulgador se me antoja muy atrevido. Son cosas harto diferentes. Si bien es cierto, que tenía una especial habilidad para trasladar ideas y conducir lo hechos de forma verosímil, un posterior y somero análisis racional de los acontecimientos acababa, casi siempre, por invalidar sus argumentos. Fernando Jiménez del Oso no era un buen investigador, como se ha escrito arriba, y no porque no tuviera los arrestos para conseguirlo, sino porque tenía la cachaza de pasar olímpicamente del método y la ciencia, más preocupado en fábulas y juegos con humo. Algo “normal”, valga añadir, para alguien que se ufanaba en reconocer que vivía con un fantasma en casa.
Del Oso, por ende, no era un científico, sino un habilísimo e inteligente samaritano de lo extraño –inteligente para no creerse lo que él mismo afirmaba-. Era muy listo, y hablo en serio. Tildar de prestigioso a Fernando, personalmente, me parece una temeridad, pero a la par respetable. Hablar de rigor ya es harina de otro costal. He aquí la añagaza de la hagiografía, que surge inopinadamente, siempre, a la muerte del individuo, olvidando la sombra. Lo justo es recordarlo todo, aunque aparente antipático y hasta odioso.
Recapitulando, yo diría del psiquiatra que era un buen hombre, obviando algunos de sus errores más graves (qué hombre no los comete). Gracias a su habilidad y maña, supo ganarse un puesto en ondas y cátodos a consta de su facilidad para comunicar y hacer creíble lo increíble. Era una magnífico contador de cuentos, de oropeles y fábulas...de bonitas historias. Yo lo recordaré por esto...pero también por lo otro.
Hombre, del Oso nunca fue paradigma de lo que yo entiendo como un investigador pero no ppuedo dejar de admitir que su ¿papel? le sentaba como anillo al dedo. Con su presencia y su imagen podías considerar creerte lo que estaba contando.
Sin embargo, lo que me pone los pelos de punta es que tres días antes de su muerte, empecé a dirigir una aventura Delta green que comenzaba con la muerte de un Pnj recurrente basado en del Oso.
Terrorífico.
Lo siento por él y sus allegados. Desde luego le reconozco el mérito de inspirarnos historias y aventuras con sus teorías y conspiraciones, pero lo del "buen investigador"... 
.
En fin, se nos ha ido una fuente de inspiración, de eso no cabe duda 
Un saludo
No hay por qué disculparse, Steinkel. Todo el mundo tiene derecho a expresar lo que opina y es de elogiar que mantengas tu postura incluso en un momento en que lo fácil es aplaudir, porque es lo acostumbrado con los que acaban de morir. Además, así nos enriqueces a todos. Como sólo puedo hablar por mí, yo reconozco que desconocía algunos de los detalles que comentas y, si son como dices, estoy dispuesto a no llevar tan lejos mi panegírico. No soy uno de esos que se encastillan en una postura sólo porque un día decidieron hacerla pública; de hecho, ya te digo que a mí me has hecho cambiar un tanto mi opinión, aunque sigo pensando que investigó muy bien muchos otros temas que no mencionas. Sí es cierto que desde los años de "Más allá" y en adelante parece que no anduvo especialmente fino...
Por cierto, Steinkel -y entramos en off topic-, lo de Alternativa 3 sólo lo conozco muy de oídas. ¿Por qué no publicas un post contando un poco la historia? Ya sabemos que es una historia falsa, pero a lo mejor es posible integrarla de algún modo en partidas de End Times.
No lo dudo, Yelan. Con todo, Fernando, como he recalcado, era una buena persona. Como dices, algunos de sus comentarios y noticias eran ciertamente interesantes.
Aquí una página española que versa sobre la película y el libro subsiguiente:
http://www.iespana.es/miralooculto/alternativa3/Alternativa%203.htm
Y, por otro lado, un par de páginas en inglés sobre la producción de Anglia TV (en una de ellas se puede ver la película, dividida en secciones). Que cada cual proceda a su discreción y albedrío:
http://www.thule.org/alt3.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Alternative_3
Gracias, Steinkel. Las páginas son muy curiosas. Hay mucho paranoico suelto... 
Aun despues de muerto es capaz de hacer correr rios de tinta entre admiradores y detractores.
Nunca me lo tome demasiado en serio pero reconozco su constancia y "profesionaliidad" como investigador de lo paranormal.
Profesionalidad? Por que? Porque si comparamos a Jimenez del Oso con el millon de charlatanes que dicen ver ovnis o peor, ver el futuro en las cartas (que lo de ver ovnis ha pasado de moda ahora que las cartas dan mas dinero), del Oso era una persona seria, aunque sus temas fuesen controvertidos.
En fin, buen viaje.
No se lo habreis comentado, pero en el programa de radio "La Rosa de los Vientos", dedican todos los programas una sección a Jiménez del Oso y a sus viajes y articulos. Personaje realmente admirable. 
El programa es de Onda Cero, y se puede escuchar a través de internet en la siguiente página:
Es relativamente fácil encontrar páginas donde estén los monográficos del misterio para poder descargarlos, sin necesidad de tener que escucharlos "en línea".
