Daniel Hernández | Traductor |
Michael DeWolfe | Escritor |
Donde los investigadores conocen a su vecino y su familia un poco más de lo que les gustaría.
NOTA: No se trata del mismo Corbitt que aparece en la clásica partida del manual de La llamada de Cthulhu (1988).
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Las Mansiones de la Locura | Edge Entertainment | Dic 2014 |
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Pero qué partida más mala, madre. Todo cogido por los pelos.
Un gancho pobre para los PJ, un montón de información de trasfondo interesante que sólo se puede descubrir si se leen los diarios (que de tan personales, resultan incriminatorios), y unas sugerencias a los PJ delirantes (desde la posibilidad de que un PJ mastique la hoja de una de las plantas alienígenas del invernadero, a que puedan "hacerse cargo" de mantener vivo al ser del sótano).
Las tres mejores opciones de juego posibles son con un grupo novato y un director encarrilado que meta todas las escenas con un martillo, obligando a los jugadores a pasar por cada escena. O bien plantear la partida desde el punto de vista que el Sr. Corbitt tenga interés para los PJ por alguna razón (algo en plan Cultos Innombrables) y que tengan mayor interés en investigar que el propuesto en el módulo. O una partida con un sólo jugador (no veo plausible convencer a todo un equipo de juego para que vigilen al vecino raro).
PD: Hasta cierto punto, por las similitudes, parece que Polvo al polvo de Cálculos mortales sea la misma premisa de partida, pero mucho mejor planteada.
¿No le había gustado esta a Entwistle? ¿En qué quedamos?
Saludos,
Entro
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