Aitor Solar | Escritor |
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La fuente de las tinieblas | Edge Entertainment | Jul 2016 |
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Después de leer este relato:
Lo que sí veo claramente ahora que ha salido la antología es que los relatos ganan juntos. De haber aparecido sueltos en otros libros seguramente no habrían llamado la atención, pero aquí se apoyan y se enriquecen mutuamente. Sinergia cósmica .
g.
El meollo de la trama y la narración me gustó bastante. Muy original y estremecedor pensar que actualmente pudiere ocurrir.
Pues me parece un gran relato y le voy a poner un 8.
Ahora bien... un gran relato con algunos pasajes que chirrían un poco a un profesor. La descripción sicológica de cómo funciona un colegio concertado me ha resultado muy certera (el orientador, por ejemplo, es un arquetipo de validez universal). Y, por eso, en esa mar chicha de verosimilitud se alzan tres única olas raras:
1- Por desgracia, un tutor -y más en un centro concertado- no saca los números de teléfono del expediente. Como los protocolos siempre marcan más de tres comunicaciones por curso con los padres (eso, en caso de alumnos ejemplares de los que no haya más que alabanzas) se reparten hojas con el listado de toda la tutoría.
2- Un Director, por mucho que lo piense, jamás diría en su despacho eso de un alumno muerto, no sea que lo utilicen en su contra.
3- Al adolescente, por su condición, le suele encantar escandalizar verbalmente. Pero a un tutor no se le cuentan directamente ni de forma explícita cuestiones sexuales porque, al tener comunicación habitual con los padres, puede decirles "tu hij@ me comentó, esto, textualmente". A igual que los cornud@s, el tutor@ es el último que se entera. Si un alumno quiere comunicarle algo de otro, lo hará con insinuaciones o mediante terceros profesores.
Sobre la conclusión, muy bien, puro Lovecraft. A mi entender, son los tcho-tcho quienes están abocados a la destrucción. Caucásicos y semitas-judíos podemos sentirnos corderos pascuales pero -será por comer mucha carne- finalmente somos los que más fagocitamos a otros pueblos y otras culturas.
Ahí tienes tú mucha más experiencia, yo he tenido que guiarme sobre la vida intraescolar por referencias indirectas .
Respecto al otro tema, el problema de adentrarse en ambivalencias éticas ("quién es el verdadero monstruo" y tal) es que es muy fácil perder la sensación de terror (al fin y al cabo, si no son tan malos...), y prefería no meterme por el momento en esos berenjenales.
Saludos,
Entro
Ahí tienes tú mucha más experiencia, yo he tenido que guiarme sobre la vida intraescolar por referencias indirectas .
Respecto al otro tema, el problema de adentrarse en ambivalencias éticas ("quién es el verdadero monstruo" y tal) es que es muy fácil perder la sensación de terror (al fin y al cabo, si no son tan malos...), y prefería no meterme por el momento en esos berenjenales.
Saludos,
Entro
El relato me ha parecido muy bueno. Y la ambientación en el centro educativo, también. Los "peros" son para que no parezca que me has dado dinero por alabar el relato.
Estoy de acuerdo con lo de que el género está mejor sin ambivalencias éticas (salvo casos excepcionales como Soy Leyenda). ¡Bien contra el mal y que comience la batalla!
Saludos.
Como no encuentro un hilo más propicio y el relato trata de ellos, lo que pienso que es un gran acierto ya que dan mucho miedo y en la mayor parte de los casos solo se les cita sin más, una reflexión
sobre los tcho-tcho. Creo que Entro hizo bien en no sacarlos como exiliados de Vietnam tras la guerra (parecería que se burlaba la última película decente de Clint Eastwood). Pero, sobre su "invisibilidad", hay algunos personajes históricos que creo muy bien podían considerarse de era raza. Por ejemplo Sangha/Sang-ko, uno de los llamados "ministros villanos" de Kublai. Los chinos nunca lograron esclarecer de dónde venía ni de qué raza era. Conocía infinidad de lenguas, había estado entre los uigiros, antes en el Tíbet y ahí perdían su pista. Conocido por su placer por saquear tumbas antiguas, promiscuidad y gusto por obligar al suicidio a sus enemigos, afortunadamente lograron acabar a tiempo con él
editado: me he equivocado de hilo U_U
Pero aprovecho para decir que es uno de los relatos que más me ha gustado de la antología. Aunque creo que no sería capaz de hacer un ranking
Coincido con Buscaglia con los peros escolares. Pero también coincido con él y Sr. Perro que es un relato cojonudo.
Me ha gustado mucho. Además, el registro del monólogo lo veo acertado.
Así que un para Entro
Sólo una pega, de gusto personal
El final quedaría más redondo si retomaras la situación con la que empieza el monologo. Con la profe a punto de ir a por el crio chauchau.
Este relato me ha encantado. Me parece absolutamente canónico, teniendo en su interior todas las piezas clásicas de un buen cuento de los Mitos:
La introducción de lo extraño en el mundo "normal".
La investigación de la protagonista.
La confirmación de las sospechas.
La destrucción del mundo normal por la revelación imposible y aterradora.
Y, cómo no, la sensación de derrota final. Haga lo que haga la protagonista ha perdido.
¡Bravo!
La antología va mejorando por momentos. No creía posible trasladar los Mitos al mundo moderno conservando su toque clásico y creo que este libro demuestra que yo estaba equivocado.
Este relato atrapa hasta el final. Me ha parecido todo un logro la capacidad de Entro para que la niña adoptada provoque repulsión e inquietud en el lector. Muy bueno.
Gracias a este relato casi saco a rastras a mi hija de la zona de juegos de una hamburguesería cuando vi a dos niñas orientales con la piel más morena de la cuenta .
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