Texto de contraportada:
Las historias que constituyen este volumen son fruto de un afortunado cruce entre el género de terror –muy particularmente tal y como lo entendió H. P. Lovecraft, cuya «presencia», siempre inquietante, es notoria a lo largo de todo el libro– y la tradición vasca más truculenta y esotérica. El título del texto que encabeza el volumen, Sacamantecas, o el de otros, como Sabbat, Hombre-lobo en Bergara o Vampiros en Donostia, son suficientemente elocuentes sobre el espíritu que ha animado al autor, Mikel Rodríguez, quien se ha servido de su condición de historiador para ambientar los relatos con notable rigor en el tiempo y en el espacio. Así, en ellos aparecen referencias explícitas al misterioso despoblado alavés de Otxate, a las cazas de brujas del siglo XVI y XVII en el Labourd y en el país del Bidasoa o al naufragio en extrañas circunstancias del mercante Komaroski en aguas de Donostia, suceso éste que pudo inspirar a Bram Stoker uno de los episodios más conocidos de Drácula. Del mismo modo, los relatos están poblados por personajes históricos, desde un asesino en serie como Juan Díaz de Garayo, el famoso Sacamantecas, hasta Sabino Arana, fundador del PNV, pasando por el científico Fausto Elhuyar o el fabulista Félix María Samaniego. Rodríguez se suma con este volumen a una corriente literaria, la del género fantástico y de terror, que, aunque quizá no aflore con excesiva frecuencia, fluye desde lo más profundo de la tradición y la historia vascas.
Vídeo de presentación del libro:
Jornadas TerBi: Mikel Rodriguez - Sacamantecas y otros relatos vascos de terror
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Es muy buena noticia, Buscaglia Y más o menos te digo lo que Entwistle, una cosa es que esta web esté dedicada a los Mitos y otra muy diferente que no nos guste nada más
¡Muchas gracias a tod@s! Sé que sois grandes lectores pero algunos autores de mi generación sentimos mucho pudor a la hora de darnos "autobombo". El culpable fue Umbral, que nos avergonzó y traumatizó con su "He vennnnido a hablaaaaar de mi libro".
¡Muchas gracias a tod@s! Sé que sois grandes lectores pero algunos autores de mi generación sentimos mucho pudor a la hora de darnos "autobombo". El culpable fue Umbral, que nos avergonzó y traumatizó con su "He vennnnido a hablaaaaar de mi libro".
¡Esa es la verdad más grande del Universo! Comparto ese sentimiento, que hasta cierto punto es contraproducente. Me consta de varios allegados míos que no consiguen mejores éxitos en sus proyectos (de diversos tipos, no sólo prosaicos) por no estar haciendo "autobombo" de manera continua. Qué se le va a hacer.
El culpable fue Umbral, que nos avergonzó y traumatizó con su "He vennnnido a hablaaaaar de mi libro".
Pues yo entendí a Umbral, uno no va por echar el rato haciéndose el simpático en un programa para que este tenga más audiencia; si vas gratis es para hablar de lo que te interesa promocionar.
Saludos,
Entro
Ya veréis como al final Entro ha montado todo esto de Leyenda.net para hablarnos de su libro...
Umbral hacía bien, el vivía de su escritura (demasiado bien a mi entender, no me parecía un columnista tan excepcional). Un escritor que quiera ingresar el suficiente dinero para dedicarse solo a la literatura debe promocionarse constantemente. Y estoy de acuerdo con Phlegm: quien no lo hace, no llega lejos generalmente (pienso en, por ejemplo, el para mí mejor autor vasco de novela negra, Alberto Ladron Arana, que nunca se promociona y que vende muchísimo menos que Dolores Redondo, que nunca deja de promocionarse. Ya veis, soy un cobarde y no me he atrevido a poner un ejemplo en la literatura de terror).
Pero, los que vivimos de otras cosas, si no nos agrada la promoción, ¿debemos vender nuestra alma al demonio, hacer de tripas corazón y ponernos a dar la paliza por ahí? Buff... yo no me veo capaz. Hago un par de presentaciones para no ofender a la editorial y en un par de enclaves donde sé que hay personas interesadas. Pero nada de pasarme por instis con alumnos forzados a fingir que me escuchan o la Feria de Durango.
Por otro lado, la imagen de Umbral en aquel momento no la modeló el propio Umbral, sino Mercedes Milá, los humoristas Martes y Trece... que le dieron hasta en el carnet de identidad. Y eso nos avengonzó, traumatizó y ¿previno? a algunos que ya pasamos de la cuarentena.
Pues yo debo decir que a mi más de un autor se me ha hecho pesado con tanta promoción y spam y le he acabado cogiendo tirria, todo debe tener un equilibrio y vale que tienes que conseguir que la gente conozca tu obra, pero avasallando se consigue que la conozcan y que pasen de ella por pesado.
Pero, los que vivimos de otras cosas, si no nos agrada la promoción, ¿debemos vender nuestra alma al demonio, hacer de tripas corazón y ponernos a dar la paliza por ahí? Buff... yo no me veo capaz. Hago un par de presentaciones para no ofender a la editorial y en un par de enclaves donde sé que hay personas interesadas. Pero nada de pasarme por instis con alumnos forzados a fingir que me escuchan o la Feria de Durango.
Dí que sí
Yo también les cojo "tirria" a los pesados, valoro mi dignidad... pero creo que, con carácter general, para vender mucho, hay que ser pesado (y, si además tienes carisma y talento, tanto mejor). Eso se aplica a los seguros de vida, a los repuestos de maquinaria y a la Literatura. Es como los "timos nigerianos": el engaño más burdo y surrealista, si llega a un millón de personas, da beneficios. Un timo genial y sutil dirigido a unas docenas no da para comer (por lo que dicen, ¿eh? que carezco de experiencia directa en timos).
Yo también les cojo "tirria" a los pesados, valoro mi dignidad...
Pesados =
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