Ominosus

Siento ir retrasado pero acabo de terminar Shoggoths en flor. Me ha parecido un relato entretenido, ágil, bien escrito. Tiene una prosa que ameniza su lectura. Detecto en él mucha tendencia a imitar el lenguaje cinematográfico o de serie televisiva, sobre todo en las transiciones entre sus partes. Todo va viento en popa hasta que llegamos al final y el relato se estrella estrepitosamente. ¿Qué diablos es esto, un relato de los Mitos o una versión lovecraftiana de Liberad a Willy?

Y para terminar

Al principio me costó meterme en situación porque la localidad escogida como escenario -Pasamaquoddy- es la misma donde se desarrolla la película Pedro y el Dragón Elliot de Disney... ¿Habrá conexión con los Mitos?

Pero incluso con un final que me ha desagradado considero que está bien escrito.

De momento, lo poco que llevo del relato de Kiernan me parece interesante, su construcción a base de instantáneas sin hilvanar despierta el interés, ya veremos en qué acaba esto.

Juas, eso no lo sabía .

Sobre el final, es que a ver, si los amos de los shoggoths desaparecieron hace milenios y los humanos no se aprovechan de ellos, de forma que los bichos se pasan la vida tomando el sol apaciblemente sobre las rocas, ¿de qué narices les está liberando? No sé, si fueran peligrosos para la humanidad podría plantearse una dicotomía libertad/seguridad, pero así...

Saludos,

Entro

Es verdad... Es como ir a un parque y asustar a las palomas gritando: ¡Sois Libres!

Liberad a Shoggie... Pronto en Cines

Estaba pensando esta mañana por algún motivo en el relato de Laird Barron (qué bueno es), y luego he recordado con claridad Shoggoths en flor, pero por más que lo intentaba no me acordaba absolutamente nada del de Kiernan. He tenido que venir aquí a mirar cuál leches era, y aun así apenas me vienen escenas aisladas...

Saludos,

Entro

Me encantaría leer algo más de Laird Barron. a ver qué tal El Rito.

Creo que este Ominosus va a ser el siguiente en mi lista de lectura cuando termine Imposible pero Incierto. . Llevo detrás de él un tiempo y ahora que estoy lanzado va a ser su momento.

Después de la encarecida recomendación que ayer me hizo salino, este Ominosus está dispuesto para su lectura. A ver qué tal resulta.

Leído Shoggoths en flor. Me ha parecido muy bonito de leer; quiero decir, el lenguaje está tratado de una forma exquisita, lo cual hace la lectura algo realmente ameno.

Eso sí, el final me resulta demasiado chirriante, demasiado abrupto.

Como el resto del libro siga a este nivel no puedo menos que aplaudir a las fatas con todas mis fuerzas.

Dejando a un lado el barroquismo del lenguaje, Casas bajo el mar me ha parecido una propuesta de lo más interesante. Quitando el hecho de que en el relato en realidad no pase nada (al menos en el momento de la narración, donde sólo se proporcionan esbozos lejanos de funesta desgracia), el uso del lenguaje consigue crear un ambiente muy envolvente. Al contrario que en el anterior Shoggoths en flor no he notado ningún cambio abrupto en el cuento, que permanece bastante equilibrado en toda su extensión. Un par de momentos me han parecido de lo más inmersivo (los visionados del vídeo).

Ahora estoy con los leñadores; de momento (no he terminado la segunda sección, ahora se van a cazar) me está resultando muy grato de leer, me está gustando mucho. Hasta donde he visto coincido con vosotros en que el número de personajes puede suponer algún problema, veremos cómo avanza. Lo que si me parece es que este El don de la oportunidad es un relato idóneo para leer en invierno al calor de la chimenea.

Ayer terminé El don de la oportunidad. Como se ha dicho por aquí, me resulta el mejor relato del volumen, aunque ese final... Me ha dejado bastante descolocado, la verdad (me refiero por supuesto a las dos últimas páginas). Por lo demás, y quitando ese hecho, (que me ha traído a la cabeza, salvando las ENORMES distancias, lo que sucedía al final de La Fortaleza de F. Paul Wilson), el relato me ha parecido francamente bueno y me ha dejado con ganas de leer más cosas del autor. Durante el desarrollo del mismo me ha recordado muchísimo a dos de mis relatos favoritos: El Wendigo y Los Sauces.