Innovar en los Mitos de Cthulhu

Pero en plan vivo_ metajuego sería mejor, con lingotazo en el 2015cada vez que haya otro en 1920 's, jajaja

... que ésto no salga de aquí.

Un colega nos estaba dirigiendo una partida de La Llamada en el mejor horario posible: de 12 de la noche y 4 de la mañana. El local estaba en completo silencio y a oscuras, encima el Guardián no nos dejaba ni encender una puñetera luz porque como todo el mundo sabe 'con dos velas sobra'. Los jugadores estábamos un poco acojonaods porque de vez en cuando había ruidos raros (cañerías, pasos, puertas cerrándose, etc...) y como el techo estaba tan alto nos acurrucábamos en nuestras sillas mirando de un lado para otro. De repente el Guardián agarra los papales de la introducción y sin avisar pone a todo trapo el tema de The Fog. Me entró tanto el panico que me escondí debajo de la mesa. A demás el muy cabrón de vez en cuando ponía de música ambiental otras perlas como ésta, así que os podéis imaginar.

Al cabo de un rato la inmersión en la partida fue total y absoluta. Mi personaje que en principio era un poco 'de relleno' se me desbordó por completo y cobró casi vida propia. A día de hoy jamás he podido llevar otro personaje como Lady Helen. Hasta le pusieron un mote al personaje: señorita Rottenmeyer. Yo nunca he tenido mote y un personaje mío sí.

Hubo momentos memorables, como por ejemplo cuando los jugadores tuvieron que engañarme a mí para poder bajar a unas alcantarillas porque yo no consentía que el viejo profesor fuese por ahí haciendo tonterías a su edad; o cuando vino el Inspector de Scotland Yard (PNJ) en plan gallito a MÍ casa a hacernos preguntas embarazosas sobre un asesinato y tuve que sugerir si necesitaba un abogado. Lo pregunté porque una de mis amigas con las que tomo el té todos los días es la mujer del Juez tal-y-cuál, y me dijo mi prima la señora tal-y-tal que era la segunda hija de Lord Chancey el miembro del Parlamento que... El Guardián flipó tanto por la improvisación que desde entonces el Inspector no paraba de decir 'sí señora' y 'gracias señora' todo el rato.

Ains... añoro a Lady Helen y esa época en la que los dados no se tiraban si hacías bien tu papel y ayudabas a hacer avanzar la historia.

Pues a mí me parece que la tendencia actual es precisamente esa, menos dados y más narración. La duda es si hacen falta sistemas específicos para eso o vale con cualquiera.

Saludos,

Entro

En mi opinión cualquiera. Teorizar está muy bien y podríamos estar horas, pero no lleva a ninguna parte. Al final lo que importa es sacar la partida adelante como sea.

Es cuestión de máster, tengo compañeros que se basan mucho en las reglas y son las que mandan, yo soy mas anarquista y me amoldo según la partida. Si uno se curra un bailoteo para seducir a un pnj pese a ser muy feucho, que diablos el mundo esta lleno de casos semejantes. jajajaja

Habla por ti

Cierto, llevamos más de diez años dándole vueltas a los mismos temas y míranos, aquí seguimos.

Disiento enérgicamente.

¿Cómo puedes decir eso de un juego de rol que vendió decenas de miles de ejemplares en los EEUU? Vaya falta de respeto.

Saludos,

Entro

Hace años un amigo iba a tirarlo al reciclaje. Entonces se produjo la siguiente conversación:

Master Amargado: - Pero tío no lo tires, es un juego de rol

Daimah: - Es que es muy malo

Master Amargado: - Pero hombre no puede ser tan malo. ¡Si no lo queires dámelo!

Daimah: - Si lo quieres para tí, pero es malo.

Master Amargado: - Para algo servirá... ¿puedo usarlo para tapar el ramen?

Daimah: - Vale, así al menos lo usas para algo.

Master Amargado: - ¿¿¿???

Desde entonces tras usarlo para hacer el ramen en microondas durante un tiempo me lo llevé a casa. Jamás lo he abierto.

Editado:

El mayor dolor en el alma que jamás he padecido ocurrió cuando me compré D&D 4º. Os puedo decir exáctamente el texto en el que dejé de leer el manual y lo arrojé al fondo del trastero. Acto seguido fui corriendo a darme una ducha con estropajo para intentar quitarme esa sensación de suciedad de encima.

El texto fue:

A veces tengo pesadillas cuando lo recuerdo.