Partida corta de tremulus

Bueno, no jugaremos con las reglas de Cthulhu Oscuro pero, por si las moscas, tampoco se lo cojas. A no ser que te hagas a Cthulhu...

Mmmm... que gran idea...

En otoño de 1928, Linwood Haven abandona repentinamente los trabajos arqueológicos que llevaba a cabo al norte de Bengala y desaparece en la India junto con dos de los hombres que formaban la expedición arqueológica conjunta con la Universidad de Miskatonic y que patrocinaba su propio museo, el Museo Haven de Arqueología e Historia.

No era la primera de las conductas sorprendentes que Linwood Haven llevaba a cabo, ya no sólo en la expedición, sino en su vida. Con acceso a una gran fortuna familiar, desde muy joven desarrolló su interés por el conocimiento de la antigüedad, aunque desde un punto de vista muy poco académico. Dentro del espiritismo primero, luego de la Teosofía y más tarde desde las teorías más disparatadas, la falta de profundidad de sus conocimientos le hicieron muy popular y centro de una corte itinerante de mediums, fabricantes de milagros, reencarnaciones de antiguos sacerdotes, magos, y todo representante de cada una de las doctrinas más enfrentadas a la ciencia ortodoxa, desde los simplemente dementes a los más claros farsantes. Durante un tiempo fue una figura excentrica entre los miembros de la alta sociedad de Boston.

En 1922 funda su propio museo, que pronto se convierte en una versión moderna de un gabinete de curiosidades. Sin embargo, su inquietud por el conocimiento no deja fuera ciencia ortodoxa, y apadrina generosamente, gracias a su fortuna, distintas expediciones e iniciativas científicas de universidades varias, algunas con notable éxito, lo que, a pesar de la heterodoxia de sus intereses, hace que las esferas académicas no lo condenen al ostracismo. Se convierte en una curiosidad dentro del mundillo.

En 1928, y animado por los éxitos de John Marshall en la India a principio de la década, decide contribuir con la mayor parte de la financiación de una expedición que la Universidad de Miskatonic planea al norte de Calcuta, con la condición de que se le permita organizarla. Dado lo importante del desembolso que va a efectuar, la Universidad acepta, siempre y cuando el equipo original (en el que os encontráis los tres Pjs) tenga autonomía. Se llega a un acuerdo.

Desde la llegada a la India el comportamiento de Linwood Haven es errático y caprichoso, como se esperaba, pero, según lo acordado, permite el trabajo del equipo original de la Universidad. El trabajo de campo no es algo que le llame la atención. No le gusta excavar con la esperanza de conseguir algún resultado, sino que se dedica a seguir rumores, a entrevistar a santones, a buscar milagros. Su campamento base se encuentra donde el resto, pero, acompañado de su corte de sicofantes, se desplaza según sus impulsos más inmediatos para satisfacer su hambre de curiosidades sobrenaturales.

Las cosas no parecen diferentes cuando vuelve con un hombre delgado y consumido, un extraño monje tibetano llamado Dorjee. Pero lo son. Y todo se precipita.

Y ahora estáis aquí, en Darjeeling, los tres. Hace al menos dos semanas que Linwood atravesó desde allí la frontera de la India, adentrándose en el Tíbet, a la busca que no sabéis qué tipo de quimera. No sabéis qué tipo de avispero ha pateado, pero sí que se ha metido en problemas. Hasta donde habéis conseguido averiguar, Linwood, en su eterna busca, ha conseguido robar algunos objetos de algún grupo religioso que ha prometido encontrarlo y darle muerte. Aldous Haven, el padre de Linwood, ha ofrecido una gran suma y futuros patrocinios a la Universidad de Miskatonic si se hace lo posible por traer a su hijo sin mucho revuelo a los Estados Unidos. Y aquí estáis vosotros, delante del macizo de montañas donde se encuentran los picos más altos del mundo, sin tener claro a dónde se dirige Linwood, sin contar con el permiso de las autoridades tibetanas (que son muy celosas con los visitantes occidentales que se adentran en su pais), tratando de adivinar a dónde se dirige e intentando encontrarlo antes de que lo haga quien quiera que lo busque para matarlo o que, dada la cercanía del invierno, el cruel clima de la cordillera a la que pertenencen las montañas más altas del mundo acaba con él.

No es lo único que os empuja a encontrarlo. Cada uno de vosotros, además, tiene alguna otra razón (que os indicaré en privado).

Y no sabéis lo que os espera delante, pero todos tenéis claro que será peligroso.

Madre mía, ¿como me he metido en este follón?

Uhmm... Tendré que hablar con el sindicato, no creo que esto tenga cabida en nuestro contrato, señor Haven

Yo lo siento pero ya he resuelto la partida...