Sorteo Calabazas en el Trastero: Mitos de Cthulhu

Pues en mi caso fue con el juego de rol. Ya jugábamos al señor de los anillos y Star Wars cuando un colega nos dirigió la llamada de Cthulhu. Mi primer libro fue el horror de Dunwich, adquirido por 100 pesetas en una edición de bolsillo chiquitaja. Y luego ya adquirí varios más, recuerdo un cumpleaños en el que me regalaron el ciclo de viajes oníricos de Randolph Carter.

Seguramente fuera esta edición. Era muy popular en su momento, con letra grande, cómoda de llevar en el bolsillo y muy asequible en precio. Yo todavía la conservo (hecha polvo, pero ahí sigue).

Ya jugábamos al Stormbringer cuando un amigo de un amigo nos dejó fotocopiar unos cuantos suplementos de La Llamada de Cthulhu edición canutillos y de ahí que empecé a leer los relatos de Lovecraft de los libros de bolsillo de Alianza que había en la biblioteca pública y sucedieron una serie de partidas muy entretenidas que siempre guardaré en el recuerdo. Y así empezó todo. ¿Mi primera partida? La Casa Corbit del Manual de Joc.

Descompúteseme del sorteo, sólo escribo para compartir mi experiencia por aquí en éste grupo de terapia.

Recuerdo una casa a finales de los 80 en un pueblo de Burgos. Verano. En un patio interior, antiguo gallinero, solía pasar las tardes jugando con soldaditos de plástico en imaginarias batallas . No conocía a los chiquillos del pueblo.

Un buen día explorando las ruinas de un caserón junto a nuestra casa encontré un mechero viejo pero muy chulo. Le robé un Ducados a mi abuelo e intenté fumármelo con el consiguiente colocón en un niño de nueve años. Pero lo encendí con ese mechero . Para mí era un mundo nuevo. Ese verano leí novelas de a duro de cf, y junto con el tabaco me impactaron tanto que dejé los soldaditos y me sentía como si fuera el más guay de la clase.

Cuando vi tirado por casa un libro con varios relatos de terror lo devoré. Uno de ellos era de Lovecraft. Tenía miedo de noche después de leer las historias, sobre todo porque dormía en la planta superior y los demás abajo. Pero lo disfrutaba muchísimo.

Reuní el valor suficiente para ir a la casa abandonada , fumar un cigarro y a continuación gritar "Azathoth". Fue entonces cuando lo vi por primera vez.

Me sumo a la iniciativa de trapalanda, yo tampoco tengo status de participante, pero si de compartidor de "mi primera vez" :

Erase que se era un chaval de 12 o 13 años al que le encantaban las pelis de terror, los monstruos y lo "fangoria" en general (por cierto, me compraba esa revista); mi prima era socia de círculo de lectores y le encanta a leer cualquier cosa. Yo, a veces, me quedaba a dormir en su casa(que era la de mi tía). Me chiflaba cogerle la máquina de escribir y ponerme a escribir historietas de miedo, o inventarme bichos y esas cosas. un día vi una pequeña novela entre todos los libros en su estantería que me llamó la atencion. Le pregunté, y me dijo que el autor era un tal H. P. Lovecraft, y el título de la novela "el caso de charles dexter ward". Me absorbió de tal manera que empecé a buscar cosas de Lovecraft por todos lados. Hasta que al poco me enteré de que vendían el juego de rol en la tienda donde iba a comprarme figuritas y demás frikadas. Amor a primer tentáculo. 🐙

Como casi todo en mi vida, llegué a los Mitos de Cthulhu y La llamada... de forma no lineal: recién comenzado el instituto, a la única librería de mi pueblo llegó, la Gran Sepia sabrá cómo, un ejemplar del juego de rol de El Señor de los Anillos y me animé a enviar el cupón que aparecía en las páginas finales. Devoré aquel ejemplar de la Líder #13 que recibí sin entender mucho de aquel módulo de La llamada...

Ese verano, un tío segundo (cual relato lovecraftiano) me regaló La máscara de Cthulhu, que me hizo imaginar horrores insoportables, y no porque lo escribiera Derleth (como diría Entro). Recordé entonces que en un artículo de la Blade Runner Magazine dedicado al juego de rol de Star Trek de Fasa se decía que en ese tipo de juegos era necesario describir muy bien las criaturas del universo de juego... como en La llamada...

Así que, con la precariedad de entonces, me animé a pedir un ejemplar del juego contra reembolso (y también completar mi colección de Alianza Editorial). Aquel ejemplar lo tenía todo: aventura, expediciones a lugares ignotos, arqueología, cultos y horrores secretos... Y así sigo desde entonces.

Ni que lo digas. Yo diría que incluso prehistórica

Aclaro que lo fotocopié, que nunca he sido de profanar libros por muy tiesos que estuviéramos con 13-14 años.

Ya apuntabas maneras, pues

Vamos al lío.

Ya llevaba jugando un tiempo a D&D por aquel entonces, puede que incluso a MERP, pero el caso es que en otoño de 1990 se celebraron unas mini-jornadas en la casa del reloj, al lado del matadero. Allí participé en una partida "de campeonato" de la Llamada de Cthulhu. Fui el primero en morir, (por la garra de un profundo) pero no pude resistirme a quedarme hasta el final a ver como morían todos y cada uno de los participantes y disfruté sus muertes mucho más que si yo fuera el DM. Fue mágico.

Cuando acabó la partida no pude resistirme a pedirle el libro al master (un conocido mío) para fotocopiarlo, y así me hice con una copia, que me indujo a su vez a hacerme con Los Mitos de Cthulhu de Alianza, y a partir de ahí hasta ahora...

By the way, que como yo ya tengo la edición digital sírvanse de excluirme del sorteo, por favor.

Suerte a los participantes.