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Acólitos

Quince encuentros breves


Naturaleza

JuegoLa Llamada de Cthulhu Acólitos

TipoMinimódulos, años 20
Titulo originalMinions
AutorPaul McConnell
DibujantesToren Atkinson, Don Allen, Jan Newhouse y Margaret Ford
Editorial originalChaosium Inc.
Año1997
Título en castellanoAcólitos
TraducciónXavier Riesco Riquelme
MaquetaciónCarlos Lacasa e Ignacio Alonso
Editorial en castellanoLa Factoría de Ideas
Año2006
Precio15.25€
Páginas51
CaracterísticasTapa blanda, interior b/n

Qué es

Acólitos es una recopilación de quince módulos muy breves (entre dos y cinco páginas) para jugarse en una sola sesión. En ese sentido la idea recuerda lejanamente a la de El Manicomio, pero en este caso los escenarios no cubren situaciones específicas sino que van a su aire. Los últimos cinco están relacionados y constituyen una especie de minicampaña. Este suplemento formó parte de una estrategia de Chaosium para encargar fuera sus suplementos, en vez de seguir contando con sus colaboradores habituales (las malas lenguas aseguran que dichos colaboradores estaban hartos de no cobrar), en este caso bajo la etiqueta "Cthulhu House". Así empezó un largo declive de la editorial del que sólo ahora empieza a emerger.

Qué me esperaba yo

Minions suele ser considerado uno de los peores suplementos para La Llamada de Cthulhu. En mi ingenuidad creía que la cosa no sería para tanto: me gustan los módulos cortos para jugar entre campañas porque suelen traer un soplo de aire fresco. Y total, no podía ser tan malo. Qué equivocado estaba.

Al hojearlo

La maquetación a tres columnas no es la habitual, aunque ya la habíamos visto en otros suplementos como Amos Ocultos. Se notan los recuadros (en teoría invisibles) de los encabezados de módulo, en especial cuando éstos aparecen a media página y machacan la marca de agua del fondo, como en las págs. 10 y 38. Y las imágenes en general son demasiado oscuras, como ya viene siendo habitual. Por ejemplo, el "amuleto negro" de la pág. 14 hace honor a su nombre (es que ni se ve). Por lo demás, nada de especial.

En versión original

Por si a alguien le interesa, los títulos originales de los quince escenarios de Minions son: Serendipity, Six Foot Plot, Terrible Head, The Last of Joy, Lost Property, Circle of Friends, Ghost Net, Painted in a Corner, Where Satan Fell, Mouthbreathers, Horror Man, Stone Shifter, Crab Canon, Lazy Eye y Watering Hole.

Módulo a módulo

El índice de Contenidos (1 página) incluye una sinopsis de cada miniescenario. Lo sorprendente es que estas descripciones resultan mucho más interesantes que los módulos en sí. El primero se titula Un descubrimiento fortuito (2 páginas). Un investigador entrará a trabajar en TEEK Industries, donde deberá vigilar un portal creado inadvertidamente por un científico (que también le ha añadido de forma involuntaria un símbolo arcano, hay que ver qué despistado es el hombre). Curiosamente ni el laboratorio ni el logo de la empresa tienen el estilo de los años 20, un fallo que encontraremos en otros escenarios. Pero eso es lo de menos, el problema es que una vez el PJ entra a trabajar en el laboratorio, ya no tenemos más información. ¿Cómo evoluciona la situación, qué puede pasar, qué se puede descubrir al respecto? Nada, que se lo curre el Guardián.

En A dos metros bajo tierra (3 páginas), a un investigador se le muere su primo y debe ir a recoger sus papeles. Mira que se ha abusado de ese tópico en tantos y tantos escenarios... Y encima aquí ni siquiera parece justificado, porque la trama poco tiene que ver con el primo. Un amigo suyo se enterró vivo (en animación suspendida) y como él se ha muerto, toca a los PJs ir a rescatarlo antes de que sea demasiado tarde. No intervienen para nada los Mitos ni esto tiene mayor enjundia: lo desenterramos, nos vamos de copas y a otra cosa, mariposa.

Con Una mente enferma (1.5 páginas) empieza lo realmente malo. Una maestra de escuela escribe papelitos con mensajes raros (que hasta mencionan a Nodens explícitamente) que ella misma no comprende. Así que consulta a los investigadores y se pone a contarles una historia: resulta que sus alumnos encontraron unas vainas negras y ella las llevó a un invernadero. Al decirlo, le invade la necesidad perentoria de ir a dicho invernadero y, si los investigadores la acompañan, se encontrarán un polluelo de ángel descarnado de la noche, infradesarrollado por... no sé, por tener que comer flores. Cuando abran la puerta el bicho tratará de escapar. Eso es todo. ¿Qué tienen que ver los papelitos? ¿Desde cuándo una criatura de las Tierras del Sueño nace en nuestro mundo? ¿Cómo es que un ser de los Mitos es tan patético y débil? ¿Qué posibilidad de investigar hay aquí, si esto se juega (más bien se contempla) en menos de media hora? Da igual, mejor olvidarlo.


¡Fotos no, por favor!

Comparado con lo anterior, El último gozo (3.5 páginas) no es demasiado malo. Los personajes tendrán que ayudar a un amigo cuya esposa se está transformando en profundo, con los problemas y el maltrato conyugal que eso conlleva. Comparte el defecto generalizado de que esto es más un relatillo que un módulo, pues apenas se puede intervenir en el curso de los acontecimientos, pero casi resulta perdonable.

Objetos perdidos (2 páginas) es bastante peor. Un gul desea obtener un amuleto que está en manos del investigador. Así que concibe el alucinante plan de (atención que tiene tela) pegarse un hostión en coche contra la casa del investigador, para que éste lo recoja y lo meta dentro, y que con la sangre del choque nadie se fije en que no es humano. En fin, al menos tiene su gracia. Lo flipante es que nos den hasta la descripción y plano de la casa del PJ. Ya sabrá él cómo es su casa, ¿no?

Círculo de amigos (4 páginas) es, al menos, un módulo completo y no la simple descripción de un par de escenas. Los personajes se enteran de las actividades ocultistas de un grupo de diletantes. Se pueden infiltrar en su ceremonia (que ellos consideran inofensiva) e impedir una invocación o enfrentarse a la criatura. Dentro de lo malo, de lo mejor del suplemento.

No se puede decir lo mismo de Red fantasmal (2 páginas). Los personajes leen un párrafo curioso de un libro y quieren contactar con el autor. Su hija les indica que su padre acaba de morir (y tanto: lo ha matado ella) pero que son muy oportunos, porque el mundo va a ser destruido en unas pocas horas y ella piensa ir en avioneta a contemplarlo de cerca. Van para allá y resulta que no es el fin del mundo, sólo tienen que pelear contra un bichejo. Todo tan irreal como cogido por los pelos.

Pintado en un rincón (5 páginas) repite el mismo comienzo que el anterior: los personajes leen un libro extraño y contactan con el autor. Aquí el tipo experimenta con drogas que le impulsan a pintar sonámbulo. Del primer cuadro han emergido nada menos que doce retoños oscuros que vagan por el jardín, y por el segundo asomará la propia Shub-Niggurath. Exageraciones aparte, se deja jugar. Lo peor es que basta con que el tipo se dé cuenta de que él es el autor del cuadro para poner fin a toda la historia. Pero no, se piensa que lo pinta su criado y, por celos, nunca le menciona el tema. Muy creíble. Al final, como viene siendo habitual, no hace falta que los PJs hagan nada y todo se soluciona solo.

Alcanzamos las simas más ínfimas de calidad con Donde Satán tropezó (2 páginas). Un investigador va por el campo y hunde el pie en un agujero con gusanos. Eso es todo, no hay misterio, ni investigación, ni Mitos, ni desarollo, ni nada. Una pura bazofia. Dos páginas relatando lo que piensa y siente el personaje y cómo reacciona, algo que en mi pueblo es competencia exclusiva del jugador. Para leer relatillos malos me compro una novela; se supone que esto es un juego de rol.

A partir de aquí la cosa no puede sino mejorar, aunque tampoco demasiado. Boquiabiertos (4 páginas) vuelve a ser medio jugable e incluye un enfrentamiento contra unos profundos enfermos. De nuevo, las explicaciones y los PNJs parecen sacados de una pesadilla surrealista (¿sarracenos que vuelven de las cruzadas a Inglaterra pero que en realidad son profundos que buscan eliminar un virus de Nodens?) y los monstruos dan más pena que miedo y se mueren solos (literalmente).


Logo anacrónico

Con El hombre horrendo (2 páginas) da comienzo la minicampaña del "Hombre horrendo" (atentos al logo, es tan art déco como una patata). En este primer episodio los PJs poco podrán hacer, aparte de observar las misteriosas actividades de su enemigo.

En La grúa (3.3 páginas) se producirá ya el enfrentamiento directo con él en una cantera, pero sin obtener muchas pistas. Aunque despiadado, el hombre horrendo no es especialmente peligroso ni maléfico, con lo cual se reproduce la falta de garra de todo el suplemento. De nuevo, todo el trasfondo (las herramientas, la organización de la policía, las profesiones ocupadas por mujeres, etc) en nada suena a los años 20.

El Canon Cangrejo (6.7 páginas) forma el eje central de esta pseudocampaña. Y al fin apunta bien: los personajes asisten a la representación inaugural de un teatro, cuyo promotor es un individuo misterioso y de mala fama. La pieza musical elegida es polémica y ha provocado inexplicables disturbios en el pasado. Pero enseguida decae el interés; no hay nada que investigar y la trama se reduce a repartir mamporros en los sótanos del teatro en llamas (si los hombres serpiente saben que va a haber disturbios y destrucción, ¿por qué demonios lo organizan justo encima de su cuartel general, es que son tontos?). Y no queda clara la relación entre el canon cangrejo y las ondas enajenadoras que añade la máquina de abajo. Ah, y sorpresa: todos los malos salvo uno huyen de los PJs sin dar nada de miedo.

Ojo vago (2 páginas) es un escenario que demuestra, ciertamente, vagancia. Es una especie de epílogo del módulo anterior, de nuevo con PNJs que son más raros que un perro verde y unos enemigos (músicos zombis huidos del teatro) que ni se defienden.

El abrevadero (5 páginas) pone fin a este suplemento y supone un nuevo regreso a las ruinas del teatro para enfrentarse a un enemigo patético, que en el fastuoso clímax final ataca a los personajes... tirándoles huevos. Y luego se suicida. Genial. De acuerdo, antes de morirse ataca cuerpo a cuerpo durante 1D10 asaltos, pero sigue dando pena (imaginemos que sale un 1 y se cae muerto ahí mismo, ante la mirada incrédula de los investigadores).

Calidad

La traducción cumple su cometido aunque no hubiese estado de más un repaso general (como siempre, la concordancia de género y número, algunas frases forzadas...). Aun así es no es, ni de lejos, lo peor del libro. Algunos planos son muy cutres pero otros están bien hechos. Lo mismo sucede con las ilustraciones, entre las que destacan especialmente las de Toren Atkinson (fundador, por cierto, de la banda de rock cthulhoideio The Darkest of the Hillside Thickets). Las ayudas de juego resultan interesantes y variadas. A decir verdad, en este apartado el suplemento es bastante digno y es una pena que los escenarios sean tan rematadamente malos. Como ya hemos dicho, el tono general de los elementos gráficos es bastante oscuro.

Conclusión

Ya conocíamos las escasas dotes del señor McConell gracias a La Cosa en el Umbral, pero aquí se supera a sí mismo. ¿Cómo pudo publicar Chaosium semejante conjunto de aberraciones? Aunque andasen al borde de la ruina, deberían haber tenido un criterio mínimo de calidad. Crear un buen módulo breve es incluso más difícil que uno extenso. Requiere tener buenas ideas, estructurarlas con claridad y concisión y saber transmitir el espíritu de la aventura. Acólitos no tiene nada de eso. Son ideas sueltas y malas, arrojadas de cualquier manera para llenar un suplemento que más bien parece un cúmulo de esbozos para relatos cortos. No es adecuado para jugadores novatos (que se llevarán una pésima impresión de lo que es La Llamada de Cthulhu) ni para los experimentados, que pueden improvisar algo mejor casi al vuelo.

Aspectos destacados

  • Comparado con esto, todo lo demás parece bueno

Aspectos mejorables

  • Los módulos son malos e injugables
  • No parece ambientado en los años 20
  • Para lo poco que ofrece, es caro



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Esculapio0
05-03-2010 14:58

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Una cosa que sí me ha llamado la atención en otras ocasiones, en el tema de la oscuridad de las ilustraciones que comentas, es que en la versión original suelen ser más claras. No sé cuál puede ser la explicación (¿calidad de impresión?), porque hoy en día me imagino que se les envía todo en archivos informáticos...

Y sí, tengo este libro en versión original.

Neddam Bibliotecario
05-03-2010 17:37

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Coincido en los aspectos destacados :P

Entropía Bibliotecario
05-03-2010 19:26

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Creo que ya lo comenté en alguna ocasión, La Factoría no trabajaba con archivos, sino con escaneos del libro original (y a veces con escaneos de fotocopias), de ahí la mala calidad de las ilustraciones. Por lo que sé, Chaosium sólo les cedía los derechos, no les pasaba nada más.

Saludos,

Entro

Esculapio0
05-03-2010 21:49

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Sin palabras.

Varghar
09-07-2010 17:01

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Supongo que eso es lo que se llama "buen rollito editorial"... luego no me extraña que en Chaosium se les hunda el barco.

Varghar
09-04-2012 17:07

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Pasa el tiempo y siguo riéndome cada vez que leo esta crítica

Entropía Bibliotecario
09-04-2012 19:31

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No suele ser sensato poner a caldo un libro, pero en este caso estaba plentamente justificado. Como también dije, las ilustraciones se salvan.

Saludos,

Entro

Entwistle Bibliotecario
17-07-2013 13:10

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Leyendo los comentarios sobre la calidad de imágenes me he dado cuenta de que pasa algo parecido en El Rastro. Por lo que he visto en la edición española las imágenes son mucho más oscuras que en la original (como ejemplo la ilustración de Azatoth del básico). ¿El motivo es el mismo que se decía aquí? Espero que Edge no trabaje con escaneos de fotocopias...

Phlegm Bibliotecario
17-07-2013 13:17

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En el caso de Minions, ni idea. En el de Trail of Cthulhu se dio porque sustituyeron el papel satinado de la edición original por papel color sepia que tragaba tinta negra como una olla de calamares.

Entwistle Bibliotecario
17-07-2013 13:30

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Tal como dijo Phlegm:

tragaba tinta negra como una olla de calamares.

No he podido evitar acordarme de esto. No sé si lo habéis visto, es asombroso.

PD: Disculpas adelantadas por el OT.

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Acólitos

Creado por Entropía
© de sus respectivos autores.

Creado 22-09-2006
Modificado 01-07-2008

Invocado 10472 veces.

Índice
Naturaleza
Qué es
Qué me esperaba yo
Al hojearlo
Módulo a módulo
Calidad
Conclusión

Opiniones (22)

Historial
01-07-2008: Crítica recuperada de la antigua versión de Leyenda.net

22-09-2006: Versión original en Leyenda.net
En Leyenda.net
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