Juego | La Llamada de Cthulhu | |
Tipo | Aventuras sueltas, época victoriana | |
Titulo original | Dark Designs | |
Autores | David Hallet, Kevin W. Jacklin, L.N. Isinwyll | |
Dibujantes | Lee Gibbons, Earl Geier, Carol Triplett-Smith | |
Editorial original | Chaosium Inc. | |
Año | 1991 | |
Título en castellano | Oscuros Designios | |
Traducción | Jesús Traverso | |
Maquetación | Carlos Lacasa y David Baños Expósito | |
Editorial en castellano | La Factoría de Ideas | |
Año | 2002 | |
Precio | 16.67€ | |
Páginas | 111 | |
Características | Tapa blanda, interior b/n | |
Los tres módulos tienen muy en cuenta, como debe ser, las tiradas de crédito para la reacción de los PNJs victorianos ante las acciones de los investigadores. Ahora bien, en la guía de creación de personajes del final del suplemento se indica un modo curioso de calcular la puntuación inicial de esta habilidad.
En resumidas cuentas, la puntuación de crédito es de 1D10×10+15, con un máximo del 99%. Esa misma tirada D10, multiplicada por mil, fija los ingresos anuales del personaje en libras. Así, se establece una relación directa entre la situación económica del personaje y su crédito
Por supuesto, este sistema difiere del de Cthulhu by Gaslight, donde la puntuación indicial de crédito viene marcada por la clase social (la idea se parece, pero no es lo mismo). Además, con una puntuación media de aproximdamente 65-70%, los personajes de Oscuros Designios pertenecerían segun Gaslight a la realeza. Vaya lujo. Cierto que en esa época sólo los personajes desahogados sin presiones laborales o económicas podrían dedicarse a investigar sobre los Mitos, pero tampoco hay que pasarse.
Obsérvese, por cierto, que la hoja de personaje de ese mismo capítulo sigue apareciendo con un 15% como puntuación inicial de crédito, como en el manual básico de La Llamada. Me imagino que es una errata.
Pues sencillamente es el único suplemento en castellano sobre la era victoriana, ya que Cthulhu by Gaslight nunca se ha traducido por diversos avatares (comentaba hace tiempo Jordi Zamarreño que durante su época en Joc se plantearon su publicación, pero que no les pareció lo bastante interesante). Tampoco es que en inglés haya mucho más: Sacraments of Evil, The Golden Dawn (que ya es de Pagan) y en épocas modernas algunos monográficos como Return of the Ripper o The Gaslight Equipment Catalogue.
El libro contiene tres escenarios y una breve guía de creación de personajes para poder jugar sin necesidad del básico de la época.
Hay gente a la que le encanta la portada de Lee Gibbons, pero en mi opinión es una de las peores que ha decorado un libro de La Llamada. Es innecesariamente gore y macabra y no pega nada con la ambientación de Luz de Gas. Me imagino a un chaval aficionado a La Llamada intentando convencer a sus padres:
—Papá, me voy a comprar un libro de rol de sobre misteriosos crímenes en la Inglaterra Victoriana.
—Ah, suena muy bien. ¿Y cuál es?
—Ése que tiene en la portada un bicho asqueroso soltando baba por su lengua de alien.
Genial. Respecto al bicho en cuestión, yo siempre había creído que se trataba de una especie de tiburón mutante, pero según se comenta en el tercer escenario, esta portada representa "la porción anterior abdominal de un Tíndalos atacando". Pues nadie lo diría. Por el contrario, las ilustraciones interiores son bastante anodinas, aunque cumplen bien su función. Maquetación, la de siempre en los suplementos de La Factoría.
La introducción de L.N. Isinwyll (como ya dijimos, anagrama de Lynn Willis), comenta brevemente el estilo de juego y las peculiaridades de la época y el suplemento.
El primer escenario se titula Ojos para el ciego, de David Hallett (36 págs.), un escenario un tanto caótico, en gran parte por la deficiente traducción. Los investigadores se enfrentan a una peligrosa organizacíón que pretende... bueno, no está muy claro qué pretenden los malos ni qué hacen para conseguirlo (esto por desgracia se repetirá en los siguientes módulos). Digamos, por resumir, que los personajes se enfrentan a la cábala de los brujos Nystor Frerencz y David Smythe, los cuales cuentan con gran número de fieles pero no dan la impresión de ser demasiado peligrosos, y acaban asaltando un misterioso campamento gitano. Lo peor, a mi juicio, es que se trata de uno de esos escenarios donde la intervención de los personajes resulta prescindible, puesto que el maléfico plan de sus enemigos fallará por sí solo en el último momento. La idea de mezclar los antiguos ritos relacionados con la fertilidad con los Mitos era buena, hay que reconocerlo, pero no acaba de cuajar.
La Amenaza desde Sumatra (por Kevin W. Jacklin, 19 páginas) constituye un buen escenario introductorio para Gaslight, puesto que no es demasiado complicado ni mortal (siempre que el Guardián gestione la letalidad del hongo azul) y permite que los personajes establezcan contactos con la policía, el Museo Británico y su afamada biblioteca y las sociedades reales, lo que les puede ser muy útil en futuras aventuras.
La trama comienza con la aparición de otro ciego que sin embargo ve, algo que puede provocar confusión con el módulo anterior aun cuando no existe relación alguna, y se centra en la llegada de un primigenio (Víbur, la simpática cosa-rata de ojos lobulados) y su tribu de adoradores a Londres, lo que recuerda un poco a La maldición de Chaugnar Faugn. La intervención humorística de un inspector de Scotland Yard, calcado del que aparece en los relatos de Sherlock Holmes (se supone que es su hermano), además de relajar la tensión da la posibilidad de ir reconduciendo a los jugadores cuando sea necesario.
Por desgracia el final decae. Aparte de ser un poco de opereta (con la pobre dama secuestrada pidiendo auxilio por la ventana mientras el maloso la arrastra dentro), se sugiere con vehemencia que los personajes solventen la papeleta enviando al bicho y sus fieles de vuelta a Sumatra, no vaya a ser que su mala influencia acabe con la capital del Imperio Británico (se ve que, en cambio, el destino de los nativos no importa gran cosa). En fin, al menos encaja con el espíritu de la época, aunque resulte triste.
El último escenario se titula El Señor de la Danza (por David Hallet, 34 págs.), y pese a ser del mismo autor que el primero y compartir al antagonista principal, el señor David Smythe, no se explica un modo de hilar ambos módulos salvo de nuevo por medio del azar y las coincidencias. Decepcionante, sobre todo porque sería muy fácil conectarlos con un mínimo de esfuerzo, ya que ambos giran alrededor de las fuerzas naturales de la tradición anglosajona.
Es un módulo que recurre a varios entornos típicos de la época victoriana y de las islas británicas, como pueden ser los túneles del metro, los museos de cera o los círculos megalíticos. Además, contiene una larga trama que se desarrolla en varias localizaciones de Inglaterra, tanto en Londres como en Cornualles y Essex. Pero todas estas posibilidades quedan desaprovechadas por la falta total de intriga y terror; la cosa se limita a ir de un lugar a otro y tener un poco de cuidado para no perder mucho Crédito. No hay nada en lo que los personajes puedan intervenir realmente y, para mí lo peor, es que como en el primer módulo los malvados sectarios no planean nada realmente malvado. Vale, nace un niño medio ciervo que, por culpa de las malas compañías, puede ser un poco trasto cuando crezca. Guau, estoy aterrado.
Tras el último escenario tenemos la sección titulada Investigadores de 1890: Una guía (por L.N. Isinwyll, 5 páginas), que contiene unas normas de creación de personajes victorianos, una tabla de armas de la época y la hoja de personaje correspondiente. La creación de PJs está totalmente orientada a investigadores británicos de las clases altas (incluso nobles), se ve que los Mitos no son para la plebe y mucho menos para la chusma extranjera (ver el recuadro sobre crédito en este mismo artículo). Aunque se entiende que este tipo de personajes tiene más tiempo libre y recursos para las investigaciones, sería bueno que se lo hubieran trabajado un poco más.
Por último, las Ayudas de juego (11 páginas) poner fin al libro. Son bastante majas y variadas, y destaca el billete del pasaje de la East Indies Steamship Co. De lo mejor del suplemento.
Por el contrario, el mapa de Londres (pág. 110) y el del Sur de Inglaterra y Gales (pág. 108) eran unos desplegables de dos y tres páginas, respectivamente, en la edición original. Como siempre, aquí nos tenemos que conformar con que aparezcan impresos en el libro, y eso cuando hay suerte (no como en la guía de Kingsport).
El autor del primer escenario, David Hallet, ha hecho saber (marzo 2010) en la excelente web Yog-Sothoth.com que las necesidades de continuidad con los otros módulos del libro le llevaron a aceptar diversos ajustes al final del primer escenario, a propuesta por Chaosium.
Hallet ha sido tan amable de compartir con nosotros su perspectiva sobre cómo debería ser la conclusión de este escenario, que ciertamente pecaba de demasiado light pero que puede dar mucho más juego. Le cedemos la palabra:
"Por descontado, las consecuencias de que el Dulcarnón se alce pueden ser las que más te gusten. Pero yo optaría por una especie de situación en la que, pase lo que pase, desemboca en lo mismo: si los jugadores fracasan, la liberación del Dulcarnón es lo que permite los intentos de El señor de la danza por darle forma física. Si tienen éxito, entonces lo que se describe en El señor de la danza son los esfuerzos por lograr el éxito de un modo distinto, que viene a ser lo que se describe en el libro. Así que en lugar de hacer que el Dulcarnón se manifieste como una figura sólida, yo haría que apareciera como una enorme visión que flota sobre la colina, y que se va haciendo cada vez más nítida al progresar el ritual. Si la invocación falla, la visión se desvanece y el viento gime la frustración del Dulcarnón.
Si tiene éxito, yo me decantaría por algo realmente horrible pero de lo que sea posible huir, y que además se encargue de acabar con Nystor (no queremos que siga merodeando por ahí para la continuación). Tras la pérdida de COR por ver al Dulcarnón liberado, sugiero hacer que la Naturaleza se vuelva loca: hay grandes truenos, la lluvia cae a cántaros, el viento aúlla. La hierba crece y se enreda en las piernas, las parras surgen disparadas de la tierra y manadas de perros de ojos resplandecientes surgen de la nada y atacan. Los búhos y los murciélagos atacan enloquecidos, aparecen nubes de insectos, quizá hasta un jabalí... lo que más rabia te dé.
Mientras tanto, la presencia fantasmal del Dulcarnón se une mediante un zarcillo brillante a todos los humanos que puedan verlo, tan lejos como la aldea de Avebury. Los que fallen la tirada de salvación adecuada (podría ser CON×5, pero adáptalo a tu estilo de dirigir) primero envejecen a una terrible velocidad y a continuación se convierten en esqueletos al pudrirse su carne en cuestión de segundos. Los que pasen la tirada logran romper el contacto y salir corriendo, y sólo envejecen diez años o así (posterior pérdida adicional de COR cuando descubran este hecho). Corren hasta caer agotados, tanto si quieren como si no; se desmayan y despiertan horas después. Cuando la colina quede desierta de gente, la imagen espectral desaparecerá, pero nadie sabrá realmente qué ha ocurrido (excepto Smythe, es de suponer). Se acallarán las numerosas muertes producidas en Avebury y el circo, y los certificados de defunción las achacarán a la gripe o algo similar".
Hechizos:
Objetos mágicos
Criaturas
Armas:
Al oír opiniones sobre este suplemento no se suele mencionar la traducción, y eso que es muy irregular. El primer módulo contiene muchos errores de principiante como traducir rig por "aparejar" en lugar de "amañar" cuando se habla de unas atracciones de feria (p.29), guest como "invitado" de un hotel en lugar de "huésped" (p. 25), o become apparent como "volverse aparente" y no "evidente" (p. 37), por citar sólo unas pocas). Hay párrafos enteros que no se entienden, en especial las descripciones de las ciudades, y en general es tan literal que hace sospechar el uso de un traductor automático. Lo curioso es que esto contrasta con el cuidado que se ha dedicado a traducir los términos gitanos de la pág. 34 o el lenguaje de estilo antiguo de la 72. En los siguientes escenarios la cosa mejora, aunque seguimos encontrando simplezas como receipts traducido como "recibo" y no "recaudación", o carcass como "carcasa" y no "cadáver". Habría que repasar esas cosas.
Las ilustraciones interiores de Geier son majas sin llegar a espectaculares, aunque varias de las grandes (como la de Nystor Ferencz del primer módulo) cunmplen con creces su cometido. Ya de paso, los retratos de los PNJs están bastante bien para lo que suele ser habitual.
Ya hemos dicho que la maquetación es la habitual, sin errores. Es un detalle sin importancia, pero el marco de tentáculos de la página 57 aparece muy pixelado, curioso.
Para ser el único exponente de gaslight en nuestro idioma, Oscuros Designios no deja el pabellón demasiado alto pero, no obstante, algo se puede aprovechar. Transmite bien el espíritu de la época y las diferencias respecto a la era clásica de Cthulhu, y presenta muchos de los lugares y situaciones típicas de la Inglaterra victoriana. Es una lástima que en los tres escenarios falle el clímax de la historia y compartan como rasgo característico unos oponentes que no son ni demasiado malos ni demasiado peligrosos, lo que les quita mordiente.
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Me gustaría agradecer a Mr. Hallet su colaboración desinteresada en lo referente al nuevo final de Ojos para el ciego, además de haberse leído la crítica y haber soportado con flema británica mi opinión sobre sus escenarios (Dioxx, no voy a hacer críticas nunca más ).
Saludos,
Entro
Dioxx, no voy a hacer críticas nunca más )
Da igual, tienes 30 críticas subidas... ya no puedes pararlo
(Dioxx, no voy a hacer críticas nunca más )
Entiendo como te debes sentir. Pero oyes, tú sigue porque a nosotros, tus humildes seguidores, nos van muy bien tus críticas. A mí por lo menos me parecen muy correctas.
En este caso, por ejemplo, ese final alternativo te está dando la razón.
saludos,
berger
Deberías estar orgulloso Entro, Leyenda.net es internacional.
I think so
Respecto al bicho en cuestión, yo siempre había creído que se trataba de una especie de tiburón mutante, pero según se comenta en el tercer escenario, esta portada representa "la porción anterior abdominal de un Tíndalos atacando". Pues nadie lo diría.
Aún no había leído esta crítica.... 1000 a 1 a que TODOS pensábamos que eso era algún tipo de tiburón.
Es un tiburón.
Yo hubiera dicho que se trata de una lamprea mutante.
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