Raro. No puedo decir que mal, Pugmire tiene buena prosa. El asunto es que son diez historias cortas (por así llamarlas) que rememoran lugares, personajes y escenas del mundo lovecraftiano. Algunas tienen varias páginas de extensión y cierto desarrollo (onírico o weird, seamos claros), y otras son simplemente escenas de una sola página. Las mejores son las primeras, que son las que más contenido en prosa poética tienen, por la fuerza de las imágenes que presentan. A medida que avanzan se hacen más convencionales en cuanto al estilo y por tanto, menos interesantes.
Seguro que para muchos es el WTF del libro.