Juan José Hidalgo Díaz | Escritor |
▲Volumen▼ | ▲Editorial▼ | ▲Año▼ |
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Calabazas en el trastero: Horror cósmico | Saco de Huesos | Dic 2012 |
Página 1 |
Mi subjetiva opinión. Excelente relato en cuestiones "técnicas", menos interesante en su argumento.
Para mi gusto parte de una premisa histórica excesiva, demasiado grande para ser manejable en un cuento corto. Así que empecé a leer el relato con "guantes" para guardar la distancia y evitar el contagio (yo me dedico al mismo subgénero: relato histórico de horror). Pero el autor me acaba conquistando por el enorme "curro" que realiza desde el punto de vista métrico-musical.
Resulta muy cómodo escribir "versos nefandos", "música numinosa" y otras generalidades. Y muy complicado ir rimándolos de verdad y que la poesía no incite a la risa. Si además les añades un mensaje ¡chapeau! Realmente, Juan José Hidalgo logra en ese campo un resultado excepcional, hasta el punto de hacer creíble la idea central.
Incluso empiezo a creer que él estaba entre aquellos niños cantores...
Pero el autor me acaba conquistando por el enorme "curro" que realiza desde el punto de vista métrico-musical.
Ése es el punto fuerte del relato, ¡para quitarse el sombrero!
El resto está bien, aunque mi problema es que no me gusta nada cuando se mezclan los "mitos" (o similares) con la Guerra civil. Vamos, como excusa o detonante de ésta, no como trasfondo. Cosas subjetivas mías.
Pero el autor me acaba conquistando por el enorme "curro" que realiza desde el punto de vista métrico-musical.
Ése es el punto fuerte del relato, ¡para quitarse el sombrero!
El resto está bien, aunque mi problema es que no me gusta nada cuando se mezclan los "mitos" (o similares) con la Guerra civil. Vamos, como excusa o detonante de ésta, no como trasfondo. Cosas subjetivas mías.
Bueno, lo cierto es que ciertas corrientes historiográficas, utilizan "Los Mitos" para explicar la Revolución Francesa, la Gran Guerra o la Guerra Civil.
Solo que esos "mitos" son la francmasonería, los judíos, la Sociedad Thule, la rediviva secta templaria... Yo, afortunadamente, creo más en la teoría general de sistemas y el marxismo. Pero cuando los aficionados a la Historia o los mismos profesionales de ella escribimos un cuento, reconozco que a veces estamos tentados de no limitar lo histórico al contexto y los personajes y establecer "nuevas teorías" grandilocuentes.
Nunca me ha gustado eso de "explicar" los desastres de la humanidad como culpa de otros, en especial si esos otros no son humanos. Precisamente por eso no me agradó la introducción de Las mil caras de Nyarlathotep, cuando dice:
Maridos que asesinan a sus esposas, madres que asfixian a sus bebés, menores de edad que apuñalan a sus padres mientras duermen... Los más sádicos crímenes cometidos por manos humanas no son tales: en realidad son fruto de la perversa crueldad de los Otros.
Siempre hemos creído que la agresividad y la violencia formaban parte de nuestra propia naturaleza, sin llegar jamás a imaginar lo que verdaderamente hay detrás...
Claro, claro, nosotros somos buenos, los malos son Nyar & Co. Muy lovecraftiano...
Saludos,
Entro
La comodona teoría de la conspiración por un lado... los conceptos maniqueístas Ormuz/Arimán... es muy fácil contentarse con esas explicaciones que exigen mucho menos esfuerzo que la complicada descripción de la multitud de colores que van del blanco al negro e implican menor frustracción que asumir que solo somos monos con miedo (y con cerebro de reptil, para colmo).
Entro sólo para agradecer vuestros comentarios a mi relato. Sobre lo que comentáis acerca de las atribuciones sobre la Guerra Civil... fue sinceramente una auténtica gamberrada que me apetecía mucho. ;)
Me alegra los buenos/malos momentos que os hiciera pasar, un saludo enorme. :)
A mí me gustó, salvando lo que dice Buscaglia sobre lo difícil que es aceptar una ucronía tan divergente en tan pocas páginas. Quizá en una novela...
Saludos,
Entro
Como ya se ha dicho, técnicamente el relato es espectacular, y es que esa poesía le hace ganar muchos enteros. El maniqueísmo que comenta Buscaglia sigue chirriándome, pero la construcción narrativa y el estilo llegan a compensarlo.
Nunca me ha gustado eso de "explicar" los desastres de la humanidad como culpa de otros, en especial si esos otros no son humanos. Precisamente por eso no me agradó la introducción de Las mil caras de Nyarlathotep, cuando dice:
Maridos que asesinan a sus esposas, madres que asfixian a sus bebés, menores de edad que apuñalan a sus padres mientras duermen... Los más sádicos crímenes cometidos por manos humanas no son tales: en realidad son fruto de la perversa crueldad de los Otros.
Siempre hemos creído que la agresividad y la violencia formaban parte de nuestra propia naturaleza, sin llegar jamás a imaginar lo que verdaderamente hay detrás...
Claro, claro, nosotros somos buenos, los malos son Nyar & Co. Muy lovecraftiano...
Saludos,
Entro
Coincido con Entro, ese tipo de asimilación manda la sensación de horror al vacío; ¿hay algo más perturbador que la, en apariencia, inacabable inhumanidad humana? ¿Tan especiales somos que los verdaderos dioses del Universo se empeñan en manejarnos como títeres para que nos portemos mal?
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