Leí hace tiempo Edición fría de Campbell y lo recordaba con cariño. Ahora que lo he releído, mis antiguas impresiones se confirman. Me gusta mucho este relato; tal vez sea porque Y'Golonac es un tipo que me cae bien, tal vez sea porque el ambiente del lugar en el que transcurre me recuerda a Seven, con ese mal tiempo omnipresente, o tal vez sea porque, aunque sugerida (lo que se intuye a través del cristal traslúcido en la primera visita), la amenaza, o mejor dicho, el desencadenante de la misma, no es ni habitual ni se presenta de una forma convencional.
Por cierto, no he podido evitar fijarme en un detalle. En La piedra negra se nos cuenta que Von Juntz apareció muerto en su habitación, cerrada desde dentro, con señales de garras en el cuello. A lo mejor su verdugo fue nuestro obeso y descabezado primigenio.