Roberto Álamo | Escritor |
El joven caminaba junto a la intrincada red de canales de riego mientras admiraba la exuberante vegetación de los jardines cuando le sorprendió ver una estrella fugaz.
La estrella se perdió de vista tras el enorme zigurat, que formaba una torre escalonada llamada Kathu aluú de Akkad, en cuya cúspide se colocaba la figura de cerámica del dios que daba nombre al templo. Eso recordó al joven Gudea la cantidad de depravados sacrificios que se habían hecho ante ésta deidad.
Los estudiosos denominaban a ésta criatura aluú lemnu sha pa la Izzu atta, significando «el aluú sin boca». La palabra Kathu significaba ominoso, y aluú demonio, lo que hace suponer la terrible naturaleza de tal dios.
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Amanecer Pulp 2012 ![]() ![]() | Relatos Pulp Ediciones | Jul 2012 |