Este sitio tiene sin duda una atmósfera peculiar: es brumoso, oscuro y apesta a plantas podridas. Resulta increíble que aquí crezca algo aparte de hongos, pero el biólogo que os contrató ha oído rumores sobre la existencia de ejemplares de interés en este paraje. Si conseguís hallar alguno, os espera una generosa gratificación. Mientras discutís el asunto frente a un par de pintas de cerveza aguada en un local mal iluminado y lleno de humo situado en las afueras de Innsmouth, uno de los lugareños oye la conversación y se acerca a vuestra mesa.