Volumen digital con dos relatos y una novela corta, todos ellos lovecraftianos.
# | ▲Título▼ | ▲C▼ | Autor | V |
---|---|---|---|---|
0 | Shoggoths en flor | Elizabeth Bear | 6.57 | |
1 | Casas bajo el mar | Caitlín R. Kiernan | 6.25 | |
2 | El don de la oportunidad | Laird Barron | 7.80 |
Pág. 10/12 |
Of course. El plugin de Calibre es un must have
En realidad, en lo referente al mundo digital legalmente aún estamos en pañales. Quizá por eso no acabe de despegar la cosa.
Es probable, pero tampoco las editoriales clásicas (o las tiendas de ebooks) ponen mucho de su parte. Por eso me gusta Lektu, aunque me parece que les falta un pequeño "salto de calidad" y una gran inversión para entrar en la pelea con las grandes editoriales y que el mercado se agite.
Más que salto, filtro.
Saludos,
Entro
Cierto, empezaron fuerte pero la cosa ha quedado muy diluida entre tanta medianía. Un síntoma es que ni la propia Gigamesh apuesta en serio por Lektu, y que las "grandes editoriales" que participan (p. ej. Valdemar) lo hacen con títulos de fondo-pero-muy-fondo para "minimizar daños".
Por cierto, que otra "editorial" (si la podemos llamar así) que apuesta por el DRM social es Pottermore y no creo que le vaya mal...
A mí me gustaba la manera de trabajar de las Fata Libelli. Un contacto directo. Buen material, dirigido a un público y con ofertas para comprar varios libros.
El otro día, cuando compré un libro de La Biblioteca Carfax en físico, pensé que era una lástima no tener el resto de sus novelas; pero con esos precios y acostumbrado a leer en digital no creo que compre muchos más. Por ello me pregunté ¿por qué no lanzan sus productos en formato digital?
Es una triste respuesta, y que funciona: facilitaría el pirateo. Más que facilitarlo, abriría las puertas a una horda de Hunos hambrientos. Lo entiendo...
No conozco las causas que llevaron al cierre a las Fata Libelli, supongo que se adelantaron a su tiempo y que los lectores (esa gran masa que compra best sellers y mantienen el negocio a gran escala) no conocían a los autores al ser la mayoría inéditos en nuestro país. Por otro lado, el exceso de trabajo que implica una editorial que traduce, edita, publica, publicita... con un equipo tan reducido y con una ganancia tan exangüe te debe quemar como un misto.
No conozco las causas que llevaron al cierre a las Fata Libelli, supongo que se adelantaron a su tiempo
Tendría que ilustrarnos Lito, pero por lo que recuerdo haberle oído a la Sra. Schettin, básicamente ventas flojas. Tampoco podían sacar bombazos porque había que invertir en adquirir los derechos, es un pez que se muerde la cola.
Saludos,
Entro
Y que tiraban por el camino de la literatura weird, que incluso en inglés es un mercado minoritario. Las traducciones en castellano podrían haber tenido más difusión en el mercado hispano parlante, pero al final sin una plataforma de publicidad, la cosa llega hasta donde llega.
al autor le da igual que UNA copia pase por una mano o por mil, mientras solo haya una persona en cada momento usándola.
Al autor le encantaría cobrar por cada lectura física, pero no puede.
--- Sí, por supuesto. Me refería a que el autor al final cobra por copia individual comprada por cliente final. En manos de quién está esa copia en cada momento no se puede controlar, pero si es una copia física solo puede estar en manos de UNA persona en un momento dado (salvo que la sujeten dos personas a la vez, o sea una copia de Schroedinger... pero ahí la legislación es poco clara).
No conozco las causas que llevaron al cierre a las Fata Libelli, supongo que se adelantaron a su tiempo
Tendría que ilustrarnos Lito, pero por lo que recuerdo haberle oído a la Sra. Schettin, básicamente ventas flojas. Tampoco podían sacar bombazos porque había que invertir en adquirir los derechos, es un pez que se muerde la cola.
Pues esas eran las razones. El proyecto era muy bonito, pero para sacarlo había que invertir tiempo y dinero que nunca se recuperaba. No es que no se recuperara la inversión inicial, sino que muchos meses había que poner más dinero para mantener la editorial, y os aseguro que no derrochaban. El libro electrónico ha de ser barato para que se venda, y si se sacaban un par de euros de ganancia por cada ejemplar y se vendían 100 ejemplares, aquello no daba ni para pagar a los autores con los beneficios, así que el resto salía de los bolsillos de las Fatas. Y eso sin meter el tiempo en la ecuación, que eran ellas mismas las que traducían, hablaban con los autores, maquetaban, etc... Era algo que se hubiese podido mantener como un hobby, aceptando pérdidas, si las editoras hubiesen tenido la vida resuelta y otra fuente segura de ingresos, pero, por desgracia, no es el caso. Lo mantuvieron mientras pudieron y cuando pareció claro que aquello ni siquiera daba el suficiente dinero para mantenerse (sin hablar ya de pagar un sueldo a ninguna de las dos) tuvieron que abandonar.
A todo esto: como ha desaparecido la página, me dice Silvia, una de las Fatas, que si alguien necesita recuperar alguno de los libros que compró en su día, que me escriba y yo se lo mando.
Qué rabia.
Esta es la típica cosa que debería poder funcionar por crowdfunding, libro por libro. El que no se financie no se publica.
Pues me has dado una idea... Gracias
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