Mensajes de igoron

... tan pronto la tenga...

Hace poco estuve hablando con unos amigos y me recordaron esta pequeña historia de terror que ocurrió al principio de la pandemia.

Durante los primeros días de la cuarentena, uno de mis compañeros de piso y yo nos lanzamos a jugar a D&D online con nuestros amigos varias veces a la semana como forma de socializar. Ya llevábamos años jugando en las mismas campañas, sólo que lo hacíamos más porque casi nunca salíamos de casa. A los pocos meses, nuestra otra compañera de piso (que había sufrido mucho la fiebre de la cabaña y la separación de sus otros amigos) nos preguntó si podíamos hacer algo juntos, casi como una "noche de juegos en familia" en la casa.

No recuerdo quién sugirió que hiciéramos una campaña de D&D en casa, pero a todos nos gustó la idea. Yo había jugado con el compañero de piso 1 durante años, y había jugado con el compañero de piso 2 antes, ¡y había ido bastante bien! Aunque el compañero 2 tenía una tendencia a no entenderlo. No sé cómo describirlo, pero nunca se sumergió en el juego ni en el escenario. Pero vio lo interesados que estábamos en el juego la compañera 1 y yo, y quiso divertirse con nosotros.

Se decidió que la compañera 1 sería la directora del juego, mientras que la compañera 2 y yo jugaríamos. Nos dijo que jugaríamos en una ambientación de fantasía moderna y desenfadada, con algunos elementos espeluznantes. Ambos hicimos los personajes, y la compañera 2 (a la que ahora llamaré "Firbolg") parecía realmente entusiasmada.

Tuvimos dos sesiones. La primera fue una simple sesión de preparación, en la que nuestros personajes se conocieron y fueron sometidos a un espeluznante suceso en el edificio en el que ambos vivíamos. Sinceramente, fue un set piece realmente espeluznante y bien hecho, y pude notar lo orgulloso que estaba el DM con él. La segunda sesión se retomó después de que lucháramos contra el monstruo y descubriéramos qué lo causaba y pusiéramos fin al misterio. Nuestra excéntrica casera ofreció a nuestros personajes un alquiler gratuito si la ayudábamos a proteger el edificio de más magia espeluznante.

Me lo estaba pasando muy bien, y en la primera sesión parecía que Firbolg también. Al final de la segunda sesión estaba volcado en atar todos los cabos sueltos del primer misterio y prepararme para el segundo. Entonces el Firbolg dijo algo así como: "Entonces, ¿sólo vamos a resolver problemas en el edificio de apartamentos?".

Y el DM dijo algo así como: "Bueno, al principio, sí".

Y entonces Firbolg se rió y dijo: "Eso es un poco estúpido".

Vi cómo toda la alegría abandonaba los ojos del DM. Lo que me parece salvaje es que habíamos tenido una sesión cero. El DM explicó el tipo de campaña que sería, con apuestas menores y un aire de comedia de terror extravagante. Firbolg estuvo de acuerdo con todo eso. Pero supongo que no lo entendió realmente. Intenté intervenir en ese momento y decir que me estaba gustando el juego, pero también pregunté qué tipo de juego quería hacer Firbolg entonces, si no era éste. Le dije que podíamos cambiar un poco las cosas y hacer que algo funcionara. Nunca dio una respuesta sólida, sólo reiteró que esta campaña (que había aceptado jugar) era una tontería.

Basta con decir que no terminamos con un juego de D&D de la casa. La DM se sintió desanimada de volver a dirigir una partida, ya que había puesto tanto trabajo en esta. Fue desgarrador, y decepcionante, ya que había disfrutado mucho de su historia. Nunca más volvimos a jugar una partida con Firbolg después de eso.