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Pues yo iba a decir uno de Entro, pero no encuentro el título... Cachís la "mar" salada.
¿De los fontenebrinos?
No...
Era de un tipo que iba a un hotel que daba al mar y había un niño profundo que huía al océano...
Pero a ver si lo encuentro y lo refresco.
Pues ese no lo conocía. A ver si recuerdas el titulo y lo busco
Conmovedor, Sr. Perro... conmovedor...
Continúen por esta vía. No se si llegarán a la solución, pero es más que posible que por el camino que llevan lleguen ustedes, de todos modos, a la excelencia.
En cuanto a plazos no hay nada previsto. Diría que se tomen ustedes el tiempo que quieran, pero tampoco quisiera dilatarlo demasiado. Podríamos estar hablando de un par de días, para asegurarnos de que todo el mundo tenga más o menos oportunidad de aportar su visión.
Teniendo como tengo de máximo referente narrativo a Sir Benjamin Hill, no dude usted que mi alegría sería máxima si este hilo desembocará en una de esas cómicas escenas de sutil humor inglés.
Finalmente, si las aportaciones valen aunque sea para rescatar antiguos relatos con los que poder alimentar nuestro apetito por la ficción, bienvenido sea.
No era mi intención interrumpirles. Continúen, por favor.
Cornelius Abronsius nació en un año bisiesto. Natural de Dunwich, desde muy chico oía cómo le hablaban los chotacabras en lenguas ignotas. Después de casarse con una bailarina polaca que intentó hacer las Américas vendiendo crecepelo por correspondencia, tuvo un hijo por fecundación in vitro, de ahí la botella que sujeta en su mano. Destilando hidromiel espacial en el sótano de su casa, no se resistió a probarla y ahora contempla los mares que bañan Lemuria mientras que su hijo agoniza debido a una pifia en arma corta de Frini. Su hijo es taxista en Arkham. Su mujer murió al intentar aparearse con un enanito de Carcosa y ahora la única opción que le queda es tirarse al agua para caer hasta Tierra-1 retrocediendo en el tiempo, para así poder reunirse en el pasado con sus seres queridos y evitar un trágico destino. Por lo tanto se trata de " En las Montañas de la Locura". Muchas gracias. ¿Dónde recojo el vale de la confitería?
Curiosamente mi vecino ha recibido hoy una revista sobre chotacabras
No es mala adaptación. (y mira que a mí Garci no me hace ni pizquita de gracia...)
Yo estoy más perdido que un pulpo en un garaje... Sólo me viene a la cabeza la intro del God of War.
Curiosamente, después de haber tenido la oportunidad de jugar alguna partida dirigida por el señor trapalanda, su argumento no me chirría en absoluto. Ni tan como una chota, ni tan como una cabra. Tal vez sea yo otro montañés de la locura.
Tras ver la intro/culebrón del God of War me vienen ganas de jugarlo. Procuraré aguantarme para no desaparecer arrebatado por la ludopatía.
Muy buenas esas historias. Salen cosas.
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