¿Cómo conociste a Cthulhu?

LOL

Bueno, pues ya que estamos y veo que yo en su momento no lo comenté, yo empecé en esto con la obra de Lovecraft.

Un amigo, el mejor amigo de la época (y quien tuvo retuvo, pese a no verlo hace... 10 años o más) me empezó ha hablar de Lovecraft y de Poe. Bueno, primero fue Poe y depués H.P., pero aquello fue muy de seguido. Con once años yo no sabía ni que hubieran libros sin dibujos cada 20 páginas, y os puedo asegurar que aquellos cuentos despertaron verdadero horror en mí.

Añoro sobremanera la capacidad de aquellos relatos de sumergirme en el pozo de oscuridad en que se convertía mi habitación.

Lo curioso es que luego llegó el rol, ahora de cabeza no recuerdo si al mismo año o al siguiente o más tarde, pero la gran mayoría de experiencias roleras que tuve con La Llamada poco tenían que ver con lo que yo había leído de Lovecraft. ¿Hombres serpiente? Eso qué era? Cangrejos bailarines en una colina? (Mi-gos en pleno ritual).... Nononono. Para mí Lovecraft era La Música de Erich Zann, Aire frío, Ratas en las paredes, y El que susurra en la oscuridad, entre otros. También era Lovecraft para mi Los perros de Tíndalos, La sombra fugada del chapitel y La piedra Negra, pese a que años después descubriera que no eran suyos.

Que decir tiene que todo lo que llegaba a mis manos era fotocopia de fotocopia.

Para que os hagáis una idea, yo jugaba a "La Crida de Cthulhu" en, como dice Entwistle, edición canutillo, y jamás he tenido el manual de Joc auténtico en las manos, ni en catalán ni en castellano.

Pues todo esto me ha recordado que todavía existe la antigua web de defensadelrol, que recopilaba artículos que surgieron a raíz de esas movidas.

Es triste ver cómo todavía hoy perdura esa "fobia" en algunos entornos. Hace un par de años le dije a una mamá del cole de mi hijo que yo había jugado a rol y... adivina lo que recordaba sobre el rol

Saludos,

Misne

Menudas historias. Yo leí algún relato de Lovecraft atraído por su extraño nombre estando en EGB, aunque por aquella época solo leía fantasía épica. Luego, en el instituto, un compañero de rol me comentó que todos sus textos trataban sobre la misma mitología y el horror cósmico; leí "El horror de Dunwich". Poco a poco me fui enganchando.

Yo también sufrí marginación por jugar a juegos de rol tras estos sucesos, aún hay alguien que me mira raro cuando comento que soy rolero. A ese tipo de gente le propongo un juego de imaginación como si fuera un pj y le hago una introducción a una partida del género que más le guste. Tras diez minutos jugando, solo usando la imaginación, lo dejo en un cliffhanger y termino la sesión. Todos acaban pidiendo jugar una partida.

-No, no vaya a ser que pierdas la cabeza -les digo yo.

Supongo que es como todo. Es difícil no hacerse eco de los medios cuando se trata de prejuicios.

Madre mía, pues ya no les comentes nada sobre la temática de la página web que administras.

Al hilo de esto (ya aprovecho y contribuyo al tema con otra parrafada de las mías... ), fue precisamente mi padre el que me reveló el mundo de los Mitos. Tenía yo 10 u 11 años, y andaba coleccionando cuentos de esos de RL Stine que se pusieron de moda entre los niños de mi clase; la verdad es que los librillos esos tenían su aquel y, sobre todo, me abrieron mi apetito por escribir cosas. Recuerdo un día, hablando sobre mis incipientes gustos literarios, mi padre se dirigió a una estantería y sacó un libro viejo con las páginas amarillentas: no era otro más que la 1ª edición de Alianza de la antología de Llopis, "Los Mitos de Cthulhu".

Me gustaría decir, como en el caso de Varghar, que me sobrecogió al instante, y hablar maravillas de la primera lectura. Pero la verdad es que con esa edad, y después de leer "Días de Ocio en el País de Yann", me quedé algo patidifuso y me costó seguir. Un año o dos después, conseguí leerme todos los relatos de la antología. Por supuesto, no me picó el gusanillo, aunque recuerdo con especial cariño relatos como "El Wendigo", "Un habitante de Carcossa", "La sombra sobre Innsmouth" y, especialmente, "Los perros de Tindalos".

Pasada la tormentosa adolescencia, me incliné por otras aficiones y lecturas variadas. Con el "revival" del Señor de los Anillos me arrastraron los mundos de fantasía, y me incliné a leer y escribir historias del género, bastante "churriguerescas" (como decía mi profesor de literatura). En mi adolescencia tardía conocí el rol, D&D, el Señor de los Anillos y otros títulos... YA entonces me topé con la Llamada de Cthulhu, pero tampoco me llamaba la atención como se enfocaban las partidas en el círculo rolero donde me movía.

Prolongué la etapa "tolkieniana" hasta la mitad de la carrera. Pero me absorbían más otras aficiones. Por supuesto, de vez en cuando me compraba o me regalaban algún libro de Lovecraft o Derleth (a esto contribuyó un viejo colega del instituto que, en nuestros cumpleaños, nos dio por regalarnos libros lovecraftianos).

No fue hasta hace tres o cuatro años cuando, desechando la pueril idea de escribir "la Gran Obra Fantástica", decidí inclinarme por escribir relatos cortos con más cabeza y profundizando en determinadas temáticas. En paralelo, comencé a dirigir más a menudo partidas de rol de corte lovecraftiana, por lo que investigué un poco más este mundo, que, por primera vez, me parecía mucho más interesante y complejo. Por primera vez, tras más de diez años, me leí el prólogo de la vieja Antología de Mitos (que ahora conservo como oro en paño), y fui extendiendo mi biblioteca con otras obras de Horror cada cierto tiempo, a la par que leía y releía relatos ya olvidados.

Pero ha sido en este último par de años cuando me ha dado la auténtica fiebre del tentáculo, hasta el punto de, como hoy mismo, ver con especial entusiasmo documentales sobre bichos marinos bizarros en la 2.

¡Saludos!

Lo mio no os lo vais a creer, resulta que Lovecraft veraneaba en Lloret y mi abuela lo conoció en el verano del 29, entre borrachera y borrachera se enamoraron y fruto de ese amor de verano nació uno de mis progenitores.

Ya os he dicho que no os lo ibais a creer...

Yo sí me lo creo Neddam.

Mi opinión, eh? Por mí se pueden ir todos a cagar, y no necesito darle explicaciones a nadie. A mí que alguien me diga que las gentes que juegan a rol son peligrosos, que luego se llegan a creer cosas raras y que sus prácticas les llevan a la violencia... y luego les miro, y llevan una cruz de oro al cuello, esa estampita de un supuesto mártir en la cartera o en el bolso, ese tattoo de un hombre crucificado, ... ellos sí que son una digna representación de la ignorancia, intolerancia, la violencia, el genocidio y el fanatismo. ¡A cagar a la playa hombre!

Oh sí, semos peligrosos, vamos a invocar al diablo. ¿Ha echado un ojo usted a los vídeos que tiene su hijo en el móvil?

No es más que otro sistema de juego. Más libre, más complicado y más enriquecedor. Agilipollaos.

Ni sobre el podcast. ¡Sobre todo no menciones al podcast!

Ya decía yo que ese afán coleccionista tenía que tener algún trasfondo oculto...

También hay creyentes majos. Roleros incluso .

Ese tipo de reacciones se deben ante todo a la ignorancia. Hay mucha gente que no sale jamás de su pequeño mundo: lo que le cuentan sus amistades, lo que ve en la tele y poco más.

Saludos,

Entro

Ese es el problema. La TV ha anulado la capacidad de formarse un criterio propio en mucha gente...

¡Sería la bomba! Novela romántico-paranormal YA! ¡Nos forramos!

No, no sirve de nada explicarlo a quien no quiere entenderlo . Pero en el trabajo sí tuve suerte, tener como compañero a un dibujante estupendo, lector y jugador de La Llamada... ¡es un lujo!