...porque el mal es el antiguo enemigo de todo bien, tanto como lo concebimos nosotros los católicos o como se comprende en algunos mitos prehistóricos (...) el sorprendente paralelismo que se imponía ante mí, estudiante de teología, un paralelo que no podía ser pasado por alto, resultaba claro: la similaridad entre el relato de la revolución de los Grandes Antiguos contra los Dioses Antepasados, y aquel otro, el relato más universalmente conocido de la rebelión de Satán contra las fuerzas del Señor.