A ver, asaltar, asaltar, quien dice asaltar, dice acercarse al invernadero para ver esas florecitas tan bonitas. Si el señor no logró ver que entraba alguien, culpa suya 
Aún no hemos asaltado ninguna propiedad
Supongo que es lo que pasa cuando juntas a un friki ruso, un cura americano, un médico canadiense, una Indiana Jones alemana y una ladrona de guante blanco... ¿Qué puede salir mal?
También tenemos un perro.
La partida está grabada, sin fecha de publicación.
Próximamente en iVoox (creo).
Imagino que es para el lector mas cortito de miras (como yo) que se pierde cuando habla mucha gente en un diálogo y adjudica frases a personajes que no son...
Ya me ha llegado el libro, voy a empezarlo este finde.
¡Qué ganas de jugarla!
No sabía muy bien dónde colocar lo siguiente, así que lo meto aqui:
Hoy a las 21 horas se dará el caso de que serán las 21 horas del día 21 del año 21 del siglo 21...
Cuidao, ahí lo dejo...
Y así doce veces este año... A ver cual es la definitiva.
Trapalanda dirigió en su día su propia versión de esta aventura. El misterio de la isla de los mejillones.
Se habla de un audio grabado por AZ, pero no lo he encontrado en el ivoox de legendoides. ¿Se puede escuchar en algun lado?
PD: Me encanta el título de algunas partidas, eso de "Niño, no te comas las setas" o "Tú a Boston y yo a Carcosa" me ha matado.
Pues a mi las ilustraciones del libro me chiflan...
¡Hola!
¿Alguien ha jugado/dirigido esta partida?¿Qué os ha parecido?
Voy a soltar un poco la chapa por aquí. Y es que dedicar tantas horas al día a la ficción y trabajar en un pueblo costero no es nada bueno. La noche es cruel, y las pesadillas acechan.
Era una tarde normal, me dirigía hacia la tienda. Ésta se encuentra a primera línea de mar, lo único que la separa de la playa es una carretera estrecha y el paseo. Había bastante trabajo, la calle estaba llena de gente, incluso en la playa había (es raro, porque no hacía especial calor, y estaba empezando a anochecer). Al marchar los últimos clientes me fijé en ese mar (Siempre que tengo un pequeño momento lo hago, me relaja), i me fijo en un señor que está de espaldas, muy grande, con pantalón negro y chaqueta motera que se tira al agua. Me extraña, pero justo antes de verle emerger veo como una ola bastante grande se acerca con bastante fuerza. Me aparto del cristal, va a cruzar el paseo y me entrará algo de agua por debajo de la puerta. Cojo el móvil para hacer una foto a esas olas cada vez más feroces, para justificar el cierre. Busco el momento más álgido y empiezo a tomar fotos como una loca, cuando veo, que en ese paisaje que tendría que ser llano, hay un islote en la lejanía y unas figuras extrañas y gigantescas se acercaban, lentamente, hacia nuestra costa.
Salgo pitando, asegurándome desesperada que la alarma queda puesta y la puerta cerrada (A tomar por saco las botellas, el cuadro de luces y la caja). En la puerta me encuentro a una compañera que me ayuda a cerrar rápido, y salimos como alma que lleva el diablo, callejeando para llegar a casa. Ella insistía en ir a un hotel, o buscar otro edificio por la zona. le hice caso y entramos en una especie de albergue. El dormía en un primer piso, con otro chico. Las camas, estaban separadas por paredes (Incluso diría que la estructura que sostenía el colchón también era cemento.), era una habitación austera, más allá de las camas y una cómoda con ropa no había nada más. Le suplicamos al chico que se alejara de la ventana, ya que esos seres nos podrían ver, pero no hacía caso. Desesperada, bajé por el pasillo y agarré una lámpara. Volví a subir y el plan era salir para encontrar otro lugar más seguro. En la planta baja nos dirigimos a la cocina. Nos disponíamos a salir por la ventana cuando vimos un destello que se reflejaba desde fuera. En ese momento intuí que estábamos perdidos.
Volvemos al recibidor, y allí estaban la propietaria, junto con otros chicos más, con actitud de pocos amigos. Se convirtió aquello en una lucha para intentar escabullirse, pero no hubo manera. Toda esa gente iba recitando algo mientras iba descuartizando los cuerpos: "Remarill". Intenté preguntarles a que hacían referencia, pero no les salían las palabras, aunque en mi mente lo tenia claro. Todo era un sacrificio para el Rey de amarillo.
Hace poco me empecé a leer a Chambers por primera vez (nunca es tarde, oye), y creo que ya he fallado la primera tirada de cordura. 