Concurso de microrrelatos de los Mitos de Cthulhu

¡Ole! ¡Ole! :D

Venga, aquí va el mío, la primera vez que escribo algo.

LAS HORAS PLANETARIAS

Creo que ahora es el momento de contaros una historia real que no tendría de haber sucedido, pero cuando se ahonda en los profundos misterios del universo, esperándote, sus dioses primigenios te agarran del corazón y satisfechos te absorben la razón hasta llevarla a la más profunda negrura.

Debido a mis estudios de magia ritual instalé en mi Tablet una APP llamada Las horas planetarias que me convertía las horas normales del día y la noche en sus correspondientes horas mágicas y así me ahorraba de utilizar las vetustas tablas de correspondencias horarias que se hallaban en mis viejos libros de saber oculto. Cada cambio de hora lo anunciaba una hermosa voz femenina; tiempo de Venus, tiempo de Saturno… y cada vez que sonaba era motivo de cachondeo por parte de mi mujer y mi hija, sonaba incluso a media noche pegándote a veces un buen susto.

Pero todo cambió desde que estudié el libro Los Grimorios Cósmicos del demente, chalado Profesor Peláez. Desde entonces la voz que anunciaba las horas por la noche empezó cambiar su tono por el de una voz de vieja con unas risas al fondo de ultratumba y a anunciar horas de planetas prohibidos como Aldebaran, Xoth y otros de la misma índole. Desde entonces, cuando se alinean ciertas estrellas en el fin del Universo, una babeante masa oscura de sustancia gelatinosa de la que van saliendo erupciones de pus con forma de rostros sufriendo eternamente y con miles de bocas gimiendo de locura se acerca por mi lado de la cama y con uno de sus cientos de apéndices tentaculares me lame la cara lentamente mientras vacía mi mente dejando un oscuro espacio de miedo innombrable y caos eterno.

¡Esto si que es lovecraftianismo del bueno y no mis patochadas! Ya me he quedado con un libro menos :D

Y a ver si se anima Neddam también, que yo aún me acuerdo de su relato de la gacela de documental.

Me animo yo también. Aquí va:

MENTIROSO

Afueras de Berlín, Navidades de 1930.

Mentiroso.

Mentiroso de mierda.

Yo te traje hasta aquí. No eras más que otro estúpido profesor universitario en la Humboldt. Otro ciego con la cabeza repleta de conocimientos falsos, inútiles.

Heinrich Fisher, la Guía, el Puente, cruza la pierna y da exactamente tres vueltas al café en la taza de porcelana. Luego, un sorbo muy corto. Amargo y sin azúcar. Mira a su interlocutor, el profesor Von List.

-Entonces… ¿nada? -pregunta, cómo sin darle importancia. Paladea el café. Deja correr la vista por los retratos de familia, que oscilan sobre el fuego de la chimenea.

-Nada -confirma Von List-. Solo una sala sin luz.

Mentiroso.

Mentiroso de mierda. Él te ha hablado. Lo ha hecho. TE HA HABLADO A TÍ, gusano insignificante. Lo sé. Podía sentirlo en la sala contigua, donde esperábamos todos. De donde se llevaron a Himmel babeando, con una brecha en la mente para siempre. Una brecha que le hiciste tú, tras leer la tablilla. La leíste con facilidad, cómo si fuera alemán común. Pero era sumerio. SUMERIO.

-No se preocupe, querido amigo -Fisher coloca la taza de café sobre el mármol de la mesa-. Debe perseverar. Lo que hizo con Himmel demostró de sobra sus capacidades… y por qué debía proponerle al Innenkreis. Él le hablará pronto. Estoy convencido.

Un leño cruje y chasquea en la chimenea. Von List abre los brazos en gesto agradecido, conciliador.

-Todo se lo debo a usted -dice-. No le defraudaré.

Fisher responde con una sonrisa, y una leve inclinación de cabeza. Es una sonrisa torcida, como a punto de caer sobre la piel de oso que hace de alfombra. ¿Crees que puedes jugar?, piensa. Jugaremos. Yo soy la Guía. Yo soy el Puente. Y tú solo eres un mentiroso. Un mentiroso de mierda.

Buenas. Paso por aquí un momento para invitaros a que participéis, no seáis como yo.

Si una persona sin bulbo raquídeo como AZ se permite el lujo de creerse hombre de letras, todos vosotros que sabéis programar en Fortran deberíais atreveros a escribir una diatriba que haga temblar los cimientos de Fontenebra, esos que se estremecen con el Festimal.

Para poner un poco de ambientación improvisaré ahora una tontería FUERA DE CONCURSO.

Sol montis orta dies hiemis. Picas hominum more patrum niuea implebunt sua prata pede. In eum milites carmina laeta. Ex toto sonuerunt aethere meridie et cuniculos confugerunt. Aliena per processionem adtenti gemmatisque nigros fieri. Elephantis magnum signum humeris portant. Asia essent perpauca alienis oculis. Vasca noster interpres dixit illis verbis non intelligunt. Recens e Caucaso videbantur. Deinde iubet proeliumque oppugnarent. Fine nostri milites pugnabant. Multi ex nostris terrebis fugit in posterum. Signum repente movebatur. Quod lapis idoli, oppugnatum nos. Qui resurrexit in caelum, et allisisti nos in pedes eius. Tantum eripuisse.

De Bello Ignoto , Caius Imbrius, 365 AD.

LA SOMBRA DEL CHAPITEL

Era costumbre del profesor Montague aprovechar las mañanas del Sábado para esparcir las piernas tras una semana de encierro voluntario. Aquellos paseos matutinos le aligeraban la mente y le permitían enfrentarse a sus investigaciones con renovado ánimo tras una frugal comida.

Como bien recordaba de sus épocas de estudiante, las empinadas colinas de High Lane albergaban varias callejuelas que apenas habían cambiado desde la época colonial.

Los mismos pelirrojos holandeses seguían ocupando esas manzanas de la ciudad.

Nada que ver con el ajetreo de la Universidad Miskatonic que tanto le enervaba cuando los estudiantes venían a interrumpir sus lecturas en el despacho.

Ahora la cuestión era mucho más interesante.

No se trataba de un mero pergamino de los que estaba acostumbrado a catalogar. Lo que el profesor Abronsius le había mostrado...

Aquí dejo mi relato. Por favor, no vale reirse demasiado, ya lo han hecho en mi casa. :)

EL PADRE RESPONSABLE

-Papá! - Susurró la niña

- ¿Que?, estoy aquí – Le respondió el padre en voz baja.

La niña sufría miedos nocturnos.

- ¿Me traes agua?– dijo ella.

- Voy – respondió él mientras se arrastraba más dormido que despierto a la cocina.

- Aquí tienes, y ahora duerme – le dijo él mientras se recostaba a su lado.

La niña le susurró de nuevo - Papá, ¿te acuerdas del hombre del parque?

- Son las 2 de la madrugada cariño – le respondió. Pero inevitablemente pensó en ese hombre. Se había acercado a ella en varias ocasiones.

De repente, estaba asustado y abrió los ojos. Únicamente se veían las pequeñas luces verdes que irradiaba un aparato de “wifi” enchufado en el pasillo, concediéndole un aspecto fantasmal al mismo.

La última vez en el parque. se acercó al hombre para llamarle la atención. De espaldas parecía un mormón con sombrero. Cuando estuvo frente al desconocido, la visión de esa cara afeitada, arrugada pero con una tremenda sonrisa amarillenta le impactó. Esos dientes eran demasiado amarillos. ¡Amarillos! Solamente decía sandeces ininteligibles.

Cerró los ojos.

La niña le sobresaltó una vez más – ¿Has pasado la llave de la puerta papá? - Él creía que sí.

- Duerme ya, la he pasado – le dijo.

Un pequeño golpe le estremeció, y no paraba de pensar en los dientes amarillos. En el pasillo sólo se veía la luz verde mortecina.

Y entonces lo escuchó, ese murmullo, sentía una presencia, y abrió los ojos nervioso. Y todos sus pelos se erizaron cuando observó la habitación inundada de personas con túnicas negras y un extraño símbolo. Delante, ese hombre de la sonrisa amarillenta. ¡¿Que decían?! ¡¿Y que hacían en su casa?! - Iä Hastur cf'ayak'vulgtmm susurraban. El símbolo tenía el mismo color que los dientes, era un signo amarillo...

¡Y yo que ya me veía revendiendo mis tres ejemplares de Calabazas en el Trastero en todocolección! :(

No se por qué se han reido en tu casa del relato, bocatrapa, como no fuera de risa nerviosa. Está muy bien y a mi me ha gustado mucho el ritmo, además de que da repelús (del bueno).

También me ha gustado mucho el de ThomasFell. Muy muy muy sugerente.

El relato de trapalanda, pese a sus infundadas descalificaciones hacia mi bulbo raquídeo (lo tengo, mi mamá me hizo pruebas) parece tener alguna incorrección en el gerundivio de la primera parte que vuelve loco al traductor latín-punyabí de Google.

Soy un tipo sin criterio (pese a tener el bulbo raquídeo intacto, insisto), pero me han gustado mucho sus relatos y espero que no lo dejen ahí y nos deleiten con alguno más (incluyo aquí también a Talegotejouhns, evidentemente).

Ya que me voy a quedar sin los pingües beneficios de mis fraudulentas actividades de revendelibros por su culpa creo que lo menos que deberían hacer es compensármelo con algún microrelato más con el que disfrutar.

PD: Si encontráis un tarro Mi-Go con un bulbo raquídeo flotando en un líquido raro avisadme. Es para un amigo.

Agradecido por lo que me toca, sobre todo viniendo del autor de la mejor versión de La Llamada de Cthulhu que he leído en los últimos tiempos.

Acabo de leer el de bocatrapa y también me ha gustado mucho, muy trasladable a mi casa... y al parque que tengo al lado.

Gracias, si, cuanto más cercano más miedo da... Y como lo de levantarme todas las noches lo tengo muy cerca... En fin. A mi me están gustando todos, pero el de Trapalanda un poco más por la sutileza que le caracteriza, aunque hará falta un segundo concurso para ver como acaban todos estos cuentos

Eso pasa cuando uno no se lee la tercera disposición de las bases del certamen