La construcción del receptáculo que alumbrará al siguiente heredero de Shub-Niggurath ha comenzado. Para engendrar al sucesor de la diosa son imprescindibles los líderes de Los Hijos de Amaltea, los únicos seres vivos que, finalmente, están preparados para canalizar un poder de tal magnitud. Los experimentos fallidos marcan el camino, y una oferta que no se pueden permitir rechazar, hecha por la persona aparentemente equivocada, es lo único que les posibilitará entender su papel en la trama. Quizá no el que habrían deseado.
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