Esta aventura es un homenaje a la película que empezó todo: Drácula, dirigida en 1931 por Tod Browning. Lo más difícil a la hora de hacer una aventura basada en Drácula es que es prácticamente imposible separar el conocimiento de los jugadores del de sus personajes: "Es un honor conocerle, misterioso conde húngaro del que no sé nada. Oh, perdón, ¿Es mi estaca la que tiene clavada en el pecho?". Esta aventura pretende ofrecer una posible solución a ese problema: El Conde Drácula es una amenaza evidente desde el primer momento. Lo que no es tan evidente es qué hacer con él.