Santiago Eximeno | Escritor |
▲Volumen▼ | ▲Editorial▼ | ▲Año▼ |
---|---|---|
Calabazas en el trastero: Mitos de Cthulhu | Saco de Huesos | Nov 2013 |
Página 2/2 |
Bueno, otro relato leído. Espectacular a nivel estilístico. Al leerlo me parecía estar haciéndolo a través de un filtro oscuro, acuoso y distorsionado, casi como si de una pesadilla se tratara. Corto pero sin aristas, no se echa de menos nada. Hay quien por alargar un relato lo rellena de paja, y los hay que por acortarlo amputan a lo loco, pero este... perfectamente pulido. De re-lectura asegurada.
Me gusta como va desgranando la información, retirando velos, uno a uno, de los ojos del lector. En cierta manera y perdón por la expresión, me gusta que no haya sido un "¡Zas! En toda la boca!".
Eso sí, me habría gustado más si...
Aquellos últimos híbridos con los que se cruzan en las calles hubieran pasado puerta por puerta, reclamando la asistencia de los acólitos a los ritos pertinentes, para mostrar el respeto debido a padre Dagon. Que hubieran llamado a la puerta, y que desde arriba hubiera llegado a los congregados una orden de silencio absoluto, so pena de morir de forma terrible de ser descubierta la herejía.
Gracias por los comentrios, Varghar
A éste le tenía ganas, tras leer hace tiempo los comentarios de este hilo. Y no me ha decepcionado. Choca un poco el estilo, tan acostumbrado como estoy al relato en pasado y a una estructura menos telegráfica. Pero funciona, creo que en el sentido que apunta Varghar: te presenta las cosas poco a poco, con expectativas de que todo puede ocurrir en ese panorama irreal. No es lo que más me ha gustado, confieso, pero mi visión es también limitada (¿alguien me recomienda alguna lectura con este estilo?)
Respecto al debate de la dicotomía (dios, cuando sale esta palabra en una conversación es que ya ha alcanzado cumbres superiores), para mí no sólo es innecesaria en el planteamiento de una historia de horror, sino que, de hecho, menoscaba el impacto de la misma. Lo que es bueno y lo que es malo parte de una clasificación racional que aisla el fenómeno, lo encierra en un concepto e, incluso, a veces permite enfrentarse a él. El maniqueísmo forma parte de la primera capa de esas historias de horror donde el protagonista todavía cree tener control del fenómeno o cosa que experimenta.
Ahora bien, es al difuminarse la línea cuando se genera la mayor incertidumbre. Y ese, creo, es el mayor terror que podemos experimentar: miedo a lo impredecible y a lo inesperado. El el contexto del relato, ¿cómo nos posicionamos respecto a los protagonistas, su aspecto y su intención de resarcirse de un supuesto pecado del que no son realmente culpables? ¿Asco, pena, indeferencia? No creo que Lovecraft viera en los profundos una criatura maligna (sus personajes puede que sí), sino un ser objetivamente asqueroso.
Buenas a todos.
Repuesto ya del sustaco de ayer (que ya tenemos una edad, jolines... ) procedo a hacer lo que pensaba hacer ayer y no pude: compartir el último podcast de mi programa "La Puerta de Tannhausser", en el cual, a partir del minuto 31:50, me podéis oír declamando este mismo relato de Santiago Eximeno (por eso coloco el enlace en este hilo), al que he podido acceder gracias al que Berger tuvo a bien conseguirme los ejemplares "míthicos" de "Calabazas en el Trastero".
Muy buen trabajo, sacerdote. El relato te mantiene alerta, temeroso, hasta que se desvela su naturaleza. Una idea de lo más original y muy bien llevada. Gracias por enlazarlo
Gracias a ti. Pero no es idea mía, eh... es de Santi...
Voy ahora mismo a escucharlo. ¡Miles de gracias!
Por cierto, ya que estamos, hay algo que no acabo de entender del cuento...
¿A que se debía eso de "para nosotros ya no hay salvación..." "creemos en Dios, pero eso no nos salvará..."? Según lo que conozco de la doctrina católica, todo aquel que se arrepiente, por muy graves que hayan sido sus pecados, es perdonado. A no ser que sea una "licencia" para dar mayor sensación pesimista o algo así...
El acto de contrición católico exige mucho más que arrepentimiento. No basta con arrepentirse para ser perdonado. Otra cosa es lo que la Iglesia promocione públicamente Así que para ellos ya no hay salvación porque aunque crean en Dios no les resulta posible realizar un acto de contrición "real". Para sus hijos será distinto.
Seguro que si el relato se inserta en un contexto protestante -donde la fe es lo central, no los actos- no quedarían dudas. Pero, al situarlo en un ambiente católico, Dios nos castiga con la duda.
Página 2/2 |
Página 2/2 |