Permítanme presentarme como un individuo de curiosidad insaciable y profundo conocimiento en el ámbito de la investigación y la Genética lo que me llevó a doctorarme en esta área hace ya algunos años. Desde el inicio de este milenio, he explorado los misterios más oscuros que nuestra realidad retiene, y en mi búsqueda constante de la verdad, he descubierto una afinidad profunda con los relatos de Lovecraft y Allan Poe.
He podido cultivar mi devoción por los entes cósmicos y las oscuras travesías de la mente humana, alimentando mi pasión por los terrores que yacen más allá del umbral de la cordura. Si bien mi participación directa en las partidas de La Llamada de Cthulhu se vio interrumpida hace años por motivos personales, jamás abandoné mi vigilancia constante sobre las evoluciones de este intrigante juego. Con cada nueva publicación de las editoriales y cada revelación de secretos profanos, he seguido atentamente la resurgencia de este universo cautivador.
Hoy, en este ciclo cósmico renovado, he sido testigo de la renovación y vitalidad de la Comunidad de La Llamada de Cthulhu. Como las estrellas que parpadean en la vastedad insondable, esta comunidad sigue latiendo con pasión y entusiasmo. Es este pulso incesante el que me ha inspirado a forjar un vínculo más íntimo con ustedes, exploradores de lo desconocido.
Anhelo compartir mis conocimientos, mis perspicacias y mi amor por lo mglw´nafh con aquellos cuyos corazones laten al ritmo de los tambores de lo incomprensible. Que esta carta de presentación sea el primer paso hacia una wgah´nagl más profunda y una colaboración Ph´nglui en las sombras enrevesadas que tan profusamente amamos. ¡Iä, iä, Cthulhu fhtagn!