"El Epistolario" (o "El Sothoth siempre llama dos veces")

Distinguidos caballeros, disculpen la tardanza en mi respuesta, he estado algo atareado catalogando lotes y organizando la que promete ser la subasta más espectacular de los últimos años, quizá me atrevería a decir de mi ya algo dilatada carrera. Pero estoy seguro de que ya habrá oportunidad de hablar en otra ocasión de la belleza inherente de los artefactos que nos lega el tiempo, verdaderas cristalizaciones de las historias, los secretos y la vanas ambiciones de la humanidad, empeñada siempre en preservarse y mantener viva la llama del recuerdo a través de la más insólitas manifestaciones del ser.

Debo admitir haber quedado anonadado por sus primeras letras, de conocidos y aún por conocer, y siento ya una suerte de fortuna de formar parte de tan selecto grupo. Sin más dilación, les presento mis credenciales.

Nombre: Michaël Lessens.

Profesion: Anticuario

Aspecto fisico y mental (Conducta): 45 años, aunque mi caprichoso y algo cruel destino me ha conferido un aspecto más acorde a un sexagenario, tras el desafortunado accidente que sufrí durante uno de mis adorados y añorados paseos a caballo por la Reserva de Soetdoring, Sudáfrica, ahora hará un par de años. Pero hace falta mucho más que una silla de ruedas para confinar al olvido a un heredero de los Boer. Agradeceré que no den pábulo a los rumores e ignominiosas palabras que murmuran no pocos de mis vecinos de Bloemfontein, en relación con mi inminente paternidad y mi, digamos, improbable disposición. Como no me cansaré de decir, sólo perdí parte de mi movilidad de cintura hacia abajo, y aún está por nacer la hembra que haya quedado menos que satisfecha con un Lessens. Igualmente, siento cierto hartazgo sobre las insinuaciones afines acerca de mi relación con la impetuosamente eficiente, determinada y capaz Srta. Ward, mi asistente, con quien sí es cierto que he congeniado magníficamente durante estos últimos años y a quien debo, sin duda, que la pujanza de mi establecimiento, la Lessen's Good Ole House, no quedase comprometida por mi indisposición temporal. Por lo demás, allí donde vean a un hombre con mayúsculas, sentado en una silla de ruedas, con sombrero vaquero y vestido a la vieja y gentil usanza, no duden en saludarlo e invitarle a un trago de Amarula, pues sin duda será un servidor suyo, más que dispuesto a entablar una conversación sobre aquellos tiempos pasados y lejanos que siempre fueron mejores.

Lugar donde habita: Bloemfontein, Sudáfrica

Sin más me despido por hoy y les recuerdo que si por esas casualidades vienen algún día el Sur, en el Rancho Lessens de Bloemfontein tienen un techo y a un amigo.

PD: Arreglado! Vamos a darle al PJ una ascendencia dutchie (el apellido cuela más o menos) y que esas cosas de la vida le han llevado al continente negro, que imagino que bajo el yugo colonial sería un buen sitio para hacer pasta a paladas, por ejemplo exportando antigüedades e importando lujo clásico continental a los ricos paletos oriundos. Además, así se establece un posible vínculo con el Dr. Ermitage si en algún momento desea remontarse a los orígenes africanos de los Yorubá.

Al final, ¿cuántos somos? ¿Y quienes?

John Trapalander , propietario de aserradero, 45 años, fornido y rubio , de familia germana, Eugene, Oregón.

Permítanme que les hable de mí, caballeros. Como buen luterano, creo que Dios favorece en vida las buenas obras, por eso se puede decir que mi pequeña fortuna arrancada a los sombríos bosques del noroeste está bendecida por el Señor.

Enviudé un par de años atrás , en un extraño incidente , cuando volvía con mi Gertrud de apretarle las tuercas a unos vascos que se hacían los remolones en el tajo.Llevaban todo un día para un cedro del Pacífico centenario, y a mí nadie me toma el pelo.

A la vuelta a Eugene , los caballos se desbocaron al cruzarse en nuestro camino un tipo con una extraña máscara que agitaba unos sonajeros. Parecía un indio.

Mi pobre Gertrud se golpeó la cabeza con una piedra del arroyo y murió en el acto.

Volví al bosque tras el entierro y juré despellejar a ese piel roja, pero no pudimos dar con él. Lo único que encontramos fue una cavidad subterránea con restos de animales , cuyas paredes rebosaban miles de fósiles y huesos pretéritos.

Ahora veo pasar la vida con la única ilusión de encontrarme con mi esposa cuando Dios me llame a su lado. Sin hijos, dirijo el negocio con mano férrea y los ojos bien abiertos. Un centavo es un centavo.

Lesser, no cambies nada.

Ya lo hago yo.

EDITO: regreso a Nueva Orleans. Me cuesta encontrar conexion con Amarillo, Texas y con el empresario de Oregon y un ingeniero barcelonés, por muy viajado y conocedor de idiomas que sea. En la siguiente edición ya jugaré con Joan Antich. Sorry

REEDITO: esta bueno, tu cambio, Lesser, genial

Somos los que aparecemos en el primer post (el cual he ido editando. Creo que la intencion de AZ es ser un pnj al que recurrir en determinado momento)

AZ, ¿puedes confirmar?

↕ 8 minutos ↕

Tal como dijo trapalanda aquí:

John Trapalander , propietario de aserradero, 45 años, fornido y rubio , de familia germana, Eugene, Oregón.

Permítanme que les hable de mí, caballeros. Como buen luterano, creo que Dios favorece en vida las buenas obras, por eso se puede decir que mi pequeña fortuna arrancada a los sombríos bosques del noroeste está bendecida por el Señor.

Enviudé un par de años atrás , en un extraño incidente , cuando volvía con mi Gertrud de apretarle las tuercas a unos vascos que se hacían los remolones en el tajo.Llevaban todo un día para un cedro del Pacífico centenario, y a mí nadie me toma el pelo.

A la vuelta a Eugene , los caballos se desbocaron al cruzarse en nuestro camino un tipo con una extraña máscara que agitaba unos sonajeros. Parecía un indio.

Mi pobre Gertrud se golpeó la cabeza con una piedra del arroyo y murió en el acto.

Volví al bosque tras el entierro y juré despellejar a ese piel roja, pero no pudimos dar con él. Lo único que encontramos fue una cavidad subterránea con restos de animales , cuyas paredes rebosaban miles de fósiles y huesos pretéritos.

Ahora veo pasar la vida con la única ilusión de encontrarme con mi esposa cuando Dios me llame a su lado. Sin hijos, dirijo el negocio con mano férrea y los ojos bien abiertos. Un centavo es un centavo.

Un compi epistolar, digamos, que peculiar

¡Molan mucho los trasfondos! Si, la idea es que estos meses estaré vaya usted a saber donde y no puedo comprometerme más que a algún aporte puntual.

Así pues tenemos las localizaciones definitivas

6. Nueva Orleans, Luisiana, USA - Tillinghast

*** PJ comodín ***

7. Erevan, Armenia - AZ

Bienn. Entonces quedamos a la espera de los pj de Tillinghast y Sr. Perro para trazar conexiones y temática