Técnicas de combate para mujeres hasta 1960

Un cordial saludo.

En el hilo de "Sandra Munt" hemos mantenido algunas disgresiones un tanto impropias sobre las técnicas de combate que podían practicar las mújeres a inicios de siglo.

Creo que es un tema que resulta fascinante para jugadores, escritores y cineastas. A mí, como historiador, también me interesa (de hecho, he escrito algunos superficiales artículos sobre la mujer como elemento activo en acciones violentas, en concreto sobre francotiradoras y pilotos de guerra).

No creo que el hilo vaya mucho más allá de citar unas pocas escuelas orientales de combate femenino y, en Europa, tocar las artes de matar de las féminas del SOE británico, que procedían también de Oriente (fueron algunos oficiales de la policía de Hong Kong, como el coronel Fairbank, los primeros en difundir las artes marciales en Gran Bretaña. Hacia el año 2000 tuve la suerte de grabar a un par de personas que pelearon con él en el palacio Rothschild de Cernay-la-ville)

Comienzo con una foto sobre Kalari en la primera mitad del siglo XX, aún a costa de risas por el tag not closet:

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Comienzo con una reflexión general. En la naturaleza, entre los depredadores puros, las hembras no son menos activas o agresivas que los machos (a menudo lo son más, como las leonas o las hienas... hablar sobre estas últimas daría para mucho). En los omnívoros es diferente: las hembras también son agresivas pero a menudo menos que los machos. Con los homínidos, la cosa cambia. Quizá por las gestaciones largas y el mantenimiento del celo todo el año, las hembras abandonan progresivamente los roles de agresión, que quedan reservados a los varones.

A lo largo de la Historia, la agresión física queda ceñida en la inmensa mayoría de los casos a los hombres, desempeñando las féminas un mero papel de "autodefensa" e incluso de sufridoras pasivas. La forma típica de matar de las mujeres será mediante el veneno... o la indiferencia y el desprecio.

Sin embargo, la imposición de la voluntad personal sobre los condicionamientos biológicos propia de la evolución humana y la aparición de armas más o menos sofisticadas permitirá a algunas mujeres, colectiva o individualmente, adoptar un papel activo en las agresiones. Y a esa cuestión dedicaré las próximas entradas. Dejo de momento el uso de manos, dientes o pies como armas letales y me centraré en el uso de armas.

Como colectivo de mujeres armado, destaco uno de los pocos casos existentes pero que me parece muy significativo: las tribus de jinetes arqueras del sur de Rusia y Asia Central de finales de la época del Hierro. Hasta hace unos años se las creía un producto literario -o una metáfora- de los griegos. Pero las arqueólogos de la URSS -supongo que también los posteriores - descubrieron que las amazonas existieron. Se hallaron cierto número de tumbas cuyos ajuares junerarios contenían arcos, carjac, sillas, cotas de cuero y bridas. Pero para sorpresa de los arqueólogos, los ocupantes de las tumbas ¡eran mujeres!

Se desató cierta polémica pero quedó claro que por un par de siglos "el jinete de la estepa" también había sido mujer. El tiro con arco exige bastante fuerza muscular en el tercio superior pero esa es una parte del cuerpo susceptible de fortalecerse mucho, sobre todo si se trabaja desde la adolescencia. Y el mejor sentido del equilibrio de las mujeres les proporcionaba ventaja para disparar al galope, lo mismo que su menor peso les dotaba de mayor movilidad.

Esta sería la primera opción buena como técnica de combate: el arco.

El próximo día, armas de filo y punta.

Soy buenísimo para pulsar los intereses de los foreros pero, ya empezado, continuo el hilo.

Las armas blancas de filo y punta en un primer momento no eran idóneas para su uso por las mujeres. Las falcatas, las "machaerias", los gladius, las "spatas" se usaban a pura fuerza, dando mandobles y, en la Edad Media, a dos manos. En esas circunstancias las mujeres no podían ser grandes espadachines (aunque con la lanza a veces desempeñaban papeles brillantes, como la castellana Juana García, que combatió con efectividad en el siglo XV trasvestida de hombre. Su carrera finalizó cuando se le salió un pecho en combate).

Pero a partir de 1500, con el aligeramiento de las espadas y el uso de estocadas secretas y golpes de punta, la agilidad suple a la fuerza. Y encontramos ya matarifes reputadas entre las féminas: Julia de Cobos, Catalina de Erauso... De hecho, a día de hoy una buena esgrimista femenina se impone a un esgrimista masculino mediocre. Con que Catalina de Erauso hubiese matado a una décima parte de los hombres que se le adjudican, estaríamos hablando de una duelista formidable.

El uso del arma blanca por parte de las mujeres les dio cierta capacidad de agresión a lo largo del XIX (donde encontramos a combatientes formidables como la coronel Martina Ibaibarriaga, cuyos hombres reconocían que estaba muy por encima del combatiente medio, o la carlista Francisca Guarch). Pero la legislación prohibe las armas blancas y, con ella, las esgrimistas desaparecen y las mujeres pierden esa opción de defensa/ataque.

De estiletes y otras armas blancas cortas trataré cuando hable de las técnicas del SOE.

Así que la segunda opción buena sería el florete.

Mañana, "armas de fuego" donde creo que nos vamos a sorprender.

Este tema da para muchas musas.

También es interesante que debido a la morfología del cuerpo femenino algunas artes tienden a ser más difíciles para ellas que para el hombre. Me refiero por ejemplo al tiro con arco donde el pecho estorba al tensar la cuerda o el el boxeo donde tienen que protegerse con chalecos acolchados.

También se vería como una forma de lucha a las antecesoras del toreo que hacían acrobacias delante de un toro y entrenaban para que además pareciera que estaban danzando.

En el arte del matar, los humanos son muy imaginativos, pero las mujeres lo son más a la fuerza... o por falta de ella.

Gran hilo, lo sigo con ganas de saber más

Pues mañana nos sorprenderemos al ver los resultados de las francotiradoras soviéticas.

A ver, a ver...

La agresividad entre géneros está muy relacionada con los niveles de testosterona. Nunca os metáis con un culturista que se está ciclando. Se ponen muy agresivos.

Tampoco las pastillas que se meten a puñados ayudan a tener una mente equilibrada .

Saludos,

Entro

Está comprobado que uno de los efectos secundarios de los anabolizantes es un aumento de la líbido y de la agresividad debido al aumento (valga la redundancia) de la síntesis de testosterona.

Un enlace que he descubierto gracias a un tweet de Corominas

Victorian Society Ladies Defended Their Honor With Jiu-Jitsu

Salud!