En este artículo tratamos de adaptar a La Llamada de Cthulhu los elementos más destacados de la novela de Fritz Leiber Nuestra Señora de las Tinieblas (un relato con importantes referencias lovecraftianas, entre ellas la aparición de Clark Ashton Smith como personaje de la trama, pero que no se integra realmente dentro de los Mitos).
El artículo principal es (en la medida de lo posible, teniendo en cuenta la adaptación) fiel a lo que describe el libro. Las posibles conexiones cthulhoideas, que no aparecen en el texto original, se recogen en los recuadros laterales y las tablas.
Megapolisomancy: A New Science of Cities (San Francisco, aprox. 1890), por Thibaut de Castries. Idioma: Inglés. Pérdida de Cordura: 1D6/2D6, +7 a Mitos de Cthulhu, 10 semanas. Hechizos: ninguno.
En este libro, el enigmático De Castries plantea las bases de la megapolisomancia, la magia de las grandes ciudades. Según su teoría, las urbes modernas concentran la energía sobrenatural (o más bien paranatural) con toda la masa y la materia que acumulan. Los rascacielos y las torres de comunicaciones, en especial, actúan como acumuladores de esta fuerza invisible, así como el entramado de las calles y las zonas altas. Esta fuerza atrae a los paramentales, seres misteriosos y por lo general invisibles que quizás estén relacionados con los tradicionales fantasmas (suele decirse que carecen de nariz, como la Muerte) o con otro tipo de seres desconocidos hasta ahora.
La relación de diagramas y esquemas de la megapolisomancia que conectan con otras dimensiones y con un mundo paralelo al nuestro apunta claramente a Yog-Sothoth, El Todo en Uno y el Uno en Todo. Así, los paramentales podrían ser servidores de los Ancianos que atraviesan las "puertas" abiertas por los diagramas arcanos creados involuntariamente en las ciudades. Estos pasos podrían deberse simplemente a ciertas conjunciones o seguir cierto propósito que nos resulta incomprensible.
La posibilidad de que el propio Yog-Sothoth pudiera materializarse a través de estos portales resulta tan aterradora que no sería de extrañar que los investigadores hicieran todo lo posible por evitarlo, incluyendo derribar edificaciones clave en esos diagramas. Cabe, además, preguntarse si el desarrollo urbanístico que favorece e incluso crea estas zonas de paso obedece solamente al azar o existe alguna maléfica organización detrás de todo ello.
Por otro lado, los pentagramas que menciona De Castries para cuidarse de los paramentales concuerdan plenamente con los tradicionales símbolos arcanos que evitan (o retrasan) el paso de los servidores de los Mitos. Quizá los dioses arquetípicos destruyeron con razón las urbes pre-humanas y la condena bíblica de las grandes ciudades, empezando por Babilonia (la Gran Prostituta) o por Sodoma y Gomorra tenía más fundamento que el puramente religioso.
La relación entre los perros de Tíndalos y los paramentales parece evidente: ambas criaturas acechan a quienes indagan demasiado en otros tiempos y dimensiones y miran por los cristales equivocados en el peor momento posible. Una vez descubren a alguien, lo persiguen incansables (jugando a veces al ratón y al gato) hasta darle caza y acabar con él de un modo terrible e inenarrable. La importancia del diseño de rectas en las calles y de las avenidas diagonales (que forman con las otras un ángulo agudo) confirma esta relación.
Por otro lado, parece evidente que los paramentales son más débiles que los perros de Tíndalos, y posiblemente tengan un aspecto más antropomórfico (aunque en ambos casos las descripciones con las que contamos no son de fiar). Además, al menos algunos paramentales pudieron ser humanos antaño. Quizá los paramentales son espíritus que quedan atrapados en la misma dimensión superpuesta de los perros de Tíndalos, condenados a idéntico destino, o quizá son otros seres semejantes de los que apenas conocemos nada. En cualquier caso, esta conexión permitiría aventurar modos de protegerse de los paramentales basándonos en la geometría urbana: las zonas redondas (cúpulas de iglesias, cines IMAX) podrían otorgar cierta salvaguardia contra estos seres, aunque confiar en ello es, cuando menos, arriesgado.
De Castries asegura que, mediante lo que él llama "metageometría neopitagórica", es posible controlar estas fuerzas para conseguir efectos terribles provocados por actos aparentemente inocuos (como llevar una barra de cobre a determinada planta de cierto edificio para hacer que éste se derrumbara) o incluso para predecir el futuro (posiblemente esto se limite a ver el futuro desarrollo urbanístico de la ciudad en base a la distribución actual). Sin embargo, Megapolisomancy no entra a fondo en estos temas ni proporciona detalles ni hechizos, dejando eso a la verdadera obra hermética: El Gran Cifrador.
Después de la publicación del libro, De Castries trató de destruir todos los ejemplares por motivos desconocidos, y para ello llegó incluso a hacer desagradables amenazas a sus propietarios. Por ello, actualmente sólo se conocen dos copias supervivientes que, a finales de los '70, se encontraban en San Francisco. Se desconoce su paradero actual.
También llamado Gran Cifrador. Es un manuscrito grande y delgado que, presumiblemente, contiene los secretos de la ciencia / magia de la megapolisomancia y que fue escrito a principios del siglo XX por Thibaut de Castries como compendio definitivo de su revolucionario saber. De Castries nunca entregó el tomo a nadie y a su muerte se consideró desaparecido o incluso ficticio. Sin embargo, el Gran Cifrador reapareció en un hotel de San Francisco (la antigua residencia de De Castries) en los años 70 durante un corto periodo de tiempo: fue de inmediato destruido por su aterrado propietario. Por suerte, antes se pudieron realizar microfilmaciones que han permitido su estudio, aunque hasta el momento ha sido imposible descifrarlo. Su alfabeto está formado por cincuenta símbolos (de ahí su nombre) astrológicos y cabalísticos que forman líneas compactas.
Sólo cabe especular sobre su contenido, recurriendo para ello a las menciones que se hace del libro en el diario secreto de Clark Ashton Smith. Su hipotético traductor debería ser capaz de utilizar la magia de la megapolisomancia, y por lo tanto es de suponer que aprendería diversos hechizos, aunque el precio mental sería muy elevado (por no mencionar la segura persecución de los paramentales).
La información que se dispone de estas criaturas es muy escasa. Al parecer, son criaturas inmateriales de pura energía, posiblemente carentes de personalidad definida propia, de modo similar a los tradicionales fantasmas. Los paramentales moran en las grandes ciudades, de donde emanan las energías que los sustentan. Ahora bien, se desconoce si emergen de las fuerzas megapolisománticas que subyacen en las calles o son otro tipo de espíritu que se ve atraído (¿o atrapado?) por las metrópolis.
Basándonos en las demostraciones y amenazas del enigmático De Castries, entre los posibles poderes de la megapolisomancia se encontrarían los siguientes conjuros:
Maldición paramental Coste: 1 punto de POD, 1D10 de Cordura. El terrible De Castries lanzó esta maldición sobre Clark Ashton Smith, al que consideraba un traidor. Por suerte, Smith abandonó San Francisco antes de sufrir los efectos del hechizo. La maldición manipula los pesos arcanos de la ciudad para condenar a la víctima. Cuando ésta se sitúa en el lugar adecuado, su alma queda atrapada (aplastada) y la agonía paramental cae sobre ella. Normalmente no es posible sobrevivir al ataque, aunque un enfrentamiento de POD contra el POD de la ciudad (ver en la sección de paramentales) podría hacer huir al terrible paramental convocado.
Destruir un edificio Coste: 6 puntos de magia, 1D6 de Cordura. Con este conjuro se pueden manipular las fuerzas inestables de las urbes para hacer que se colapse o derrumbe una edificación de la ciudad. El hechizo no destruye nada de por sí, sino que permite calcular en qué momento y lugar un elemento adicional descompensará el equilibrio de fuerzas y hundirá el edificio. Ese elemento adicional (como llevar un globo rojo a cierta planta del edificio a cierta hora de la madrugada) será el que desencadene el efecto y puede ser realizado por cualquier persona, al coste de 1 punto de magia.
Prolongación de la vida Coste: 5 puntos de POD, 1D100 de Cordura. Dado que la antinatural vida en las metrópolis es ya similar a la muerte, el hechicero puede prolongar indefinidamente su existencia manipulando las fuerzas latentes de la megapolisomancia. Por desgracia, el hechicero va perdiendo poco a poco la voluntad y su identidad propia, y al fin queda convertido en otro paramental más, atado a su ciudad y sin pensamientos ni recuerdos.
Megapolisomancia futura Coste: 8 puntos de magia, 1D8 de Cordura. Este poder permite predecir el futuro dentro de la ciudad estudiada. Así, el hechicero calcula dónde se erigirán nuevos rascacielos, torres de comunicación o nuevos trazados urbanos, y podrá preparar maldiciones y hechizos con años e incluso décadas de anticipación (el "renacimiento" del propio hechicero tras quedar reducido a un paramental parece una opción a tener en cuenta). Este hechizo tiende a atraer a los paramentales errantes (tirada de Suerte), por lo que se recomienda precaución.
Los paramentales se manifiestan tomando la materia inanimada que encuentran en su entorno (como papeles, astillas, sábanas) para formar su cuerpo. Así, el resultado final es muy variable aunque, por lo general, muestran un aspecto antropomórfico o en ocasiones cuadrúpedo. Existe mención de que un paramental en particular parecía una pantera negra, mientras que el escritor Franz Westen se enfrentó a uno con la forma de "La Amante del Erudito", una especie de mujer formada de libros de muy variada procedencia.
En cualquier caso, los paramentales son hostiles hacia los seres humanos que los descubren y los persiguen sin prisas hasta acabar con ellos. Thibaut de Castries mencionaba tres modos de protegerse de los paramentales (ojo, esta información no se halla en Megapolisomancy: A New Science of Cities): la plata, los diseños abstractos como los arabescos y las estrellas y pentagramas dibujados en sus puntos de posible manifestación.
Con la información disponible, sólo podemos aventurar cuál es el modo de ataque de los paramentales, aunque parece claro que casi siempre es letal. A pesar de que para atacar suelen hacerse corpóreos, no son las heridas físicas la causa de la muerte de sus víctimas, sino el aplastamento por fuerzas megapolisománticas, contra las que sólo cabe oponer una voluntad fuerte. A continuación se proporcionan unas posibles características para los paramentales típicos y se propone un tipo de ataque. Obviamente, las posibilidades alternativas son numerosas.
caract. | tirada | media |
---|---|---|
FUE | 4D6 | 14 |
CON | 2D6+6 | 13 |
TAM | 3D6 | 10-11 |
INT | 4D6 | 14 |
POD | --- | -- |
DES | 3D6+6 | 16-17 |
Mov | 8 flotando | |
PV | 11-12 | |
Cor | 1/1D6 |
Ataques: Lucha de poder; daño: muerte. Como seres básicamente espirituales, los paramentales tratan de asfixiar la esencia vital de su víctima abalanzándose sobre ella, para lo cual tiene lugar un enfrentamiento de POD contra POD. El paramental no tiene Poder propio, sino que lo toma de la urbe a la que está atado. Por ello, cuanto mayor sea la ciudad y más diagramas megapolisománticos contenga, más fuertes serán sus paramentales. En ciertos puntos críticos (nodos megapolisománticos), el poder de estos se dispara gracias a las estructuras presentes. Corresponde al Guardián decidir los detalles, pero como referencia se puede usar la siguiente tabla:
Circunstancia de la ciudad | POD |
---|---|
Por cada 500,000 habitantes | +1 |
Por cada edificio significativo en la zona | +1 |
Por cada nodo importante de calles | +1 |
Por cada rascacielos, antena de comunicación, etc. (rasgo puntiagudo y alto que concentre la energía de la ciudad) | +2 |
La vida del descubridor de la megapolisomancia es un misterio en sí misma, a menudo por su propia tendencia a adornar su pasado. Así, se dice que huyó de Francia durante la guerra (1870-1871) en un globo junto a su padre y la amante de éste, que posteriormente pasó a ser la suya. Otra versión le atribuye un origen italiano. En cualquier caso, llegó a San Francisco en el año 1900 y residió en esa ciudad hasta su muerte.
En SF formó su propia logia, la Orden Hermética del Crepúsculo de Ónice (nombrada como parodia de la Orden Hermética del Amanecer Dorado), con la intención de poner en práctica sus teorías megapolisománticas. A esta orden pertenecieron diversos miembros famosos de la vida bohemia e intelectual de la ciudad, como Jack London o Ambrose Bierce. Sin embargo, no se tomaron su pertenencia con tanta seriedad como su maestro, y al final la abandonaron cuando comenzaron a aburrirse, lo que enfureció sobremanera a De Castries, que supuestamente utilizó sus artes para provocar sus muertes a lo largo de los siguientes años.
La famosa amante de De Castries supone otro misterio. Nadie pudo observarla de cerca y su descripción es confusa. Bien podría haber sido un paramental que, según sus propias palabras, le ayudaba a espiar en la ciudad. En cualquier caso, Thibaut acabó por temer enormemente a esta enigmática mujer (si es que era tal) y todo parece indicar que, tras su muerte, él mismo acabó transformado en paramental y encadenado a la ciudad de San Francisco.
En el suplemento de Chaosium Secrets of San Francisco se habla brevemente de la megapolisomancia (págs. 89-90) y de la secta fundada por DeCastries.
La información se centra en las entidades paramentales y cómo convocarlas, para lo cual el invocador ha de gastar al menos un punto de POD (por cada 3 puntos adicionales, las características de la criatura se multiplicarán en un factor de 1, es decir que con 1+3 puntos de POD gastados, las características serán dobladas, con 1+6 triplicadas, etc.). El paramental tomará forma de los materiales que tenga cerca y adoptará el aspecto de los miedos y deseos de su víctima, aunque no he hallado una descripción clara de su forma de ataque. En cuanto a sus características, varían un tanto de las que propusimos aquí:
caract. | tirada | media |
---|---|---|
FUE | 2D8* | 9 |
CON | 3D6 | 10-11 |
TAM | 3D6* | 10-11 |
INT | 2D6 | 7 |
POD | 3D4* | 10 |
DES | 2D6×2 | 14 |
Mov | 8 | |
PV | 10-11 | |
Cor | 1/1D8 |
Con asterisco, las características que se multiplican con un gasto adicional durante la invocación.
Entwistle se ha tomado la molestia de trazar sobre un mapa actual de San Francisco los puntos de la palanca y el fulcro que afectan a Franz Westen. Como veis, la coincidencia es total:
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He visto que en el nuevo manual de Secrets of San Francisco han puesto algo sobre los paramentales. A ver si lo consigo y veo si es compatible con lo mío .
Saludos,
Entro
Gracias por este estupendo articulo que estoy deseando empezar a utilizar en mis partidas
Muchas gracias a Ent por su aportación
Saludos,
Entro
Me debo a mi público...
No hombre, encantado de aportar algo más que comentarios vacíos.
¿Has trazado una linea recta en un mapa? ¡Eso tiene mucho mérito!
No, en serio, no pillo nada, pero tampoco quiero pillarlo por si es un spoiler de este libro, que lo tengo en el montón de lectura pendiente...
No es que sea un spoiler.
Es EL spoiler.
Suerte que cuando me lea el libro lo habré olvidado.
Increíble.
Muy buenas ideas.
Me recuerda a la peli "El día de la bestia" invocada precisamente en el lugar más monumentalmente puntiagudo de aquella época
Parece que ahora a la Megapolisomancia la llaman Psicogeografía. ¿Lo habíais comentado ya?
No tenía ni idea, es curioso.
Y aprovecho descaradamente la ocasión para decir que un relato mío relacionado con la megapolisomancia, Atractor extraño, apareció publicado en Visiones 2015. ¿Qué me dices, Entro?, qué interesante. ¿Verdad que sí?, gracias.
Saludos,
Entro
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