Juego | La Llamada de Cthulhu | |
Tipo | Suplemento geográfico, años 20 | |
Titulo original | The New Orleans Guidebook | |
Autor | Fred Van Lente | |
Dibujantes | Scott Baxa, Earl Geier, M. Wayne Miller | |
Editorial original | Chaosium Inc. | |
Año | 1997 | |
Título en castellano | Guía de Nueva Orleans | |
Traducción | Paulino Sánchez Cuyar | |
Maquetación | Carlos Lacasa, David Baños Expósito y Javier Fabuel | |
Editorial en castellano | La Factoría de Ideas | |
Año | 2002 | |
Precio | 11.74€ | |
Páginas | 67 | |
Características | Tapa blanda, interior b/n |
La Guía de Nueva Orleans forma parte de la serie de suplementos geográficos para La Llamada de Cthulhu, junto a otros como o la Guía de El Cairo o la Guía de Londres. En este caso está dedicado a la famosa ciudad de Luisiana en los años 20 y contiene además una aventura que se desarrolla en ella.
Hace años que tengo la edición original de The New Orleans Guidebook, que nunca me ha gustado demasiado a pesar de que la ciudad debería, a priori, dar lugar a un suplemento muy interesante. Hace poco adquirí la versión española, más por coleccionismo que por otra cosa, pero eso ha bastado para despertar de nuevo mi interés por el libro. Además, así he podido realizar una especie de "análisis comparativo" entre los dos libros, algo que espero repetir en otras críticas donde dispongo de ambas versiones, como en Estigma de locura o La Llamada de Cthulhu D20.
La maquetación es la habitual en la línea de Cthulhu de La Factoría, lo cual ya supone una gran diferencia con la de Chaosium, de márgenes tan exageradamente amplios y con una tipografía tan generosa que parece que te están vendiendo papel en blanco. Así, las absurdas 90 páginas del original se convierten en 67, un número mucho más razonable para el contenido que ofrece. Uno se pregunta por qué no harían lo mismo en otras maquetas vampíricas de Chaosium, como la del Manual del Guardián I). Del aspecto visual destacan las ilustraciones de diversos tamaños de Wayne Miller, que participó también en otros suplementos como Antes de la caída (visitad su página web, tiene cosas muy interesantes), un par a toda página, y las fotografías históricas de la ciudad.
Tras el índice y la pequeña introducción tenemos el capítulo sobre la Historia de Nueva Orleáns (9 págs.), que contiene también información sobre transporte hasta la ciudad, condiciones sociales (riqueza, racismo, etc), alojamientos, tradiciones locales y algunas nuevas profesiones.
En el primer capítulo se comenta que Nueva Orleans ha cambiado poco a lo largo del siglo XX, y que la información del suplemento sigue siendo aplicable en su mayor parte a la actualidad. Por desgracia, tras el paso del huracán Katrina a finales del mes de agosto de 2005, esto ya no es así.
Este huracán de categoría tres quebró varios de los diques que protegían la ciudad, de modo que cerca del 80% de su superficie quedó cubierta por las aguas. Aunque la metrópoli fue evacuada, numerosos habitantes eligieron quedarse (o no pudieron huir a tiempo) y hubieron de enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza y, por si eso fuera poco, a los disturbios y saqueos subsiguientes. Aun hoy resulta complicado establecer con certeza el número de víctimas e incluso identificar a las que quedaron atrapadas o flotando durante días en las calles inundadas. En la actualidad se siguen reparando los graves daños que sufrió la ciudad, zonas de la cual permanecieron inhabitables durante meses.
En el reino de la ficción, el Guardián puede incorporar de diversas maneras el desastre del Katrina a sus partidas de La Llamada de Cthulhu. El Barrio Francés fue de los menos afectados, dado que se encuentra por encima del nivel del mar. Así, hubiese constituido una excelente sede para quienes anduvieran detrás de todo, como por ejemplo la Orden Esotérica de Dagón. Una ciudad inundada y desierta, con las infraestructuras destruidas y sin comunicación con el exterior, es imponente para un enorme y terrible ritual al gran Cthulhu. ¿Y qué pasa con la gente que no escapó? Excelentes sacrificios para el ritual, sobre todo porque luego será muy fácil dar una explicación a sus muertes (por la inundación, las enfermedades o los saqueadores). Si los PJs se encuentran en la ciudad, no podrán contar siquiera con la ayuda de los residentes, que sin duda los consideraran delincuentes o sectarios que vienen a por ellos, y que dispararán en consecuencia desde sus casas atrincheradas.
Si los investigadores participan, por el contrario, en las tareas de rescate, pueden descubrir inquietantes pruebas y criaturas en el agua. Como el propio Lovecraft escribió en El susurrador en la oscuridad: «Todo comenzó, por lo que a mí respecta, con las históricas, y hasta entonces jamás vistas, inundaciones de Vermont del 3 de noviembre de 1927. Por aquel entonces era yo, al igual que sigo siendo hoy, profesor de literatura en la Universidad de Miskatonic en Arkham, Massachusetts, y un entusiasta aficionado al estudio del folklore de Nueva Inglaterra. Poco después de la inundación, entre los numerosos reportajes sobre calamidades, desgracias y auxilios organizados que llenaban las páginas de los periódicos, aparecieron una serie de extrañas historias acerca de objetos que se encontraron flotando en algunos de los desbordados ríos.»
El barrio francés (14 págs.) analiza las características generales de la zona más representativa de la ciudad, así como los lugares específicos que pueden ser de mayor interés para los investigadores. Resulta un tanto sorprendente que se aproveche la época de soberanía española sobre Nueva Orleans para meter con calzador a la Santa Hermandad como una especie de inquisición que lucha contra los Mitos (como bien decían los Monty Python, "nobody expects the Spanish Inquisition!"). Quizá el Guardián desee echar mano de la Orden de la Espada de San Jerónimo, detallada por ejemplo en el Manual del Guardián I.
Otro aspecto irreal es la forzada inclusión de descomunales túneles kilométricos bajo la ciudad, algo difícil de creer en un lugar donde excavar una simple tumba resulta imposible a causa del pantano y la mínima altura respecto al mar. Debe de ser una costumbre habitual en las colonias francesas: en El corazón del horror, Montreal mostraba la misma característica, y tampoco allí parecía lógico.
El capítulo del Área metropolitana (13 págs.) cubre el resto de la ciudad, la zona "americana", así como las nuevas mansiones y las antiguas plantaciones. Contiene un interesante artículo sobre la influencia del Ku Klux Klan en Luisiana y otro sobre el Zebop, una especie de mafia negra centrada en el vudú y que, dentro de los Mitos, estaría conectada con Yig.
La sección dedicada a la Zona de marismas (8 págs.) cubre la región pantanosa del estado, apartada de la ciudad de Nueva Orleans pero merecedora al menos de un capítulo, aunque sólo sea por la relevancia que adquiere en El relato del inspector Legrasse, y que puede dar pie a numerosos encuentros siniestros. A este respecto, el Guardián tal vez quiera consultar los módulos Un asesinato de cuervos (en Mortal Coils) y Dime, ¿has visto el signo amarillo? (en Los Primigenios), que transcurren en esta región. De hecho, Papa Chillido (pág. 53) es el mismo Papa Screech del último escenario mencionado.
El título del siguiente capítulo, Vudú (9 págs.) es bastante descriptivo de por sí. Aquí aparece un análisis de esta religión y de los tipos de practicantes / sacerdotes, así como una posible adaptación a la mitología cthulhoidea. No soy un experto en vudú, pero parece un análisis conciso y respetuoso, que sirve perfectamente para complementar lo poco que venía suelto en El triángulo de las Bermudas, que se centraba más en la influencia social del vudú en el Caribe. La sección proporciona algunos PNJs relacionados con el vudú y concluye con un pequeño grimorio con nuevos hechizos (todos los cuales ya estaban recogidos en la edición 5.5 del básico).
La Aventura: El ocaso del quinto sol (9 págs.) es un breve escenario creado con el único objetivo de que los personajes visiten todas zonas típicas de la ciudad y entablen contacto con tantos PNJs descritos en el suplemento como sea posible. Este forzado batiburrillo afecta a la calidad de la trama, en la que los investigadores se enfrentarán a un hombre serpiente exiliado durante siglos en forma humana. Es relativamente lineal y no demasiado difícil (ya me dirán cómo es que a un mago que vive centenares de años y fue perseguido por las autoridades no se le ocurriera en ningún momento cambiar de nombre).
Dos sencillas ayudas de juego y las Fuentes bibliográficas ponen fin al suplemento. Ha desaparecido el índice que acompañaba a la edición original, el cual (sin ser esencial) ayudaba a localizar la información contenida en el suplemento. No se entiende su "caída" de la versión en castellano, cuando en otros suplementos como la Guía de la Universidad Miskatonic sí se dejaron.
Es muy triste que las ediciones en castellano tengan que trabajar a partir del propio libro impreso y no de los archivos originales. Así, en La Factoría han tenido que "reconstruir" algunas zonas de la excelente portada de Scott Baxa (que también se encargó de la de Una resección en el tiempo y que es hermano de Tom Baxa, quien ha realizado numerosas ilustraciones para el D&D), y los escaneos de varias fotos pierden detalle (cuando ya tenían poco, datando de los años 20).
Earl Geier firma los retratos de los PNJs (bien hechos, en su tónica, pero tampoco espectaculares) y Wayne Miller aporta las extraordinarias ilustraciones (me encanta su estilo.). Por cierto, una de ellas queda recortada por la nueva maquetación, aunque por suerte no es la más importante ni bonita.
Por otro lado, no acabo de decantarme a la hora de valorar la traducción. El tono general es bueno y hay factores muy positivos, como el criterio de adaptación de la pronunciación cajún o de la propia bibliografía, pero luego algunos elementos sueltos flojean. Por citar unos pocos ejemplos, nursery aparece traducido como "enfermería" en lugar de "cuarto de los niños" (pág. 15), wrecking company como "una empresa arruinada" en vez de "compañía de demolición" (pág. 20), o la frase in a car with a man unchaperoned (que sería algo como "en un coche con un hombre y sin carabina") pasa a "en un coche junto a un hombre que no es su acompañante" (pág 39).
La guía de Nueva Orleans es un suplemento útil para dar un sabor original a los escenarios, aunque no se le puede pedir mucho más. Peca de excesivamente breve y el análisis de los barrios es muy esquemático y pasa enseguida a usar elementos ficticios no demasiado ocurrentes. No obstante, logra transmitir el estilo característico de la ciudad y la región, por un precio no excesivo (comparado con lo que se ve últimamente).