Aitor Solar | Escritor |
▲Volumen▼ | ▲Editorial▼ | ▲Año▼ |
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Calabazas en el trastero: Mitos de Cthulhu | Saco de Huesos | Nov 2013 |
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También gran relato. Entro tiene cualidades de divulgador científico y eso es un punto muy positivo en los relatos que se dirigen también a un lector de letras. Neotenia, ontogénesis, filogénesis, zoonosis transmisibles... yo creo que casi todos los que hemos escrito género de terror hemos coqueteado con la idea de usar esos conceptos, pero nos cortamos por el miedo de errar en las teorías o que se note que estamos meramente copiando cosas que no tenemos muy asumidas intelectualmente.
A Entro no le pasa y eso da veracidad y verosimilitud a lo que escribe. No obstante, este relato me gustó menos que el que escribió para el especial Terror Cósmico. Creo que la razón es la magnitud de la amenaza: algo de lo que te defiendes con un 6´35 mm no impone lo mismo que el Armagedon. Y el tratamiento del sexo, que en el cuento de Horror Cósmico me pareció excepcionalmente bien llevado, aquí se limita a lo correcto y lo convencional.
No obstante, el relato es muy bello y hace soñar con mares grises.
A mí lo que más me gustó es que me dio a conocerla teoría del
simio marino
, o como se llame, que no me acuerdo. No lo había escuchado en la vida, y para los mitos da mucho juego.
Ligrix y el botón de spoiler no se llevan muy bien...
Edito: Hala, arreglado
Jal! No había caído
Que tío...
A mí lo que más me gustó es que me dio a conocerla teoría del
simio marino
, o como se llame, que no me acuerdo. No lo había escuchado en la vida, y para los mitos da mucho juego.
Sí, da mucho juego, como que en fase embrionaria el feto respire por agallas...
DE todas formas al principio pensaba que el relato trataba de un nuevo tipo de parásito intestinal...
DE todas formas al principio pensaba que el relato trataba de un nuevo tipo de parásito intestinal...
... que permite que, en el futuro, todos estemos delgados.
¡Eso sería un futuro feliz, incompatible con los Mitos! En todo caso, si se tratase de un arador de la sarna...
DE todas formas al principio pensaba que el relato trataba de un nuevo tipo de parásito intestinal...
¡Yo también, lo confieso!
Una palabra nueva que he aprendido, como poco.
Creo que la razón es la magnitud de la amenaza: algo de lo que te defiendes con un 6´35 mm no impone lo mismo que el Armagedon. Y el tratamiento del sexo, que en el cuento de Horror Cósmico me pareció excepcionalmente bien llevado, aquí se limita a lo correcto y lo convencional.
El sexo nunca es convencional si lo haces como es debido .
En el fondo eso es lo que me atraía de la idea. Después de comprender lo que ocurre, puedes proseguir con tu vida; no se va a acabar el mundo, no te va a devorar un monstruo de cuatrocientos metros. Pero tu concepto sobre lo que eres y lo que es la raza humana se ha ido al garete. La relación afectiva y el sexo sólo cumplen en este relato la función de comprometer la imparcialidad del protagonista frente a los datos que se le presentan.
Eso no quita que hubiese tocado algunas cosas de tener más margen de palabras. El acto intermedio está demasiado compactado y quizá convendría tocar el final. Pero en líneas generales estoy satisfecho.
Saludos,
Entro
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